Prisionera de mi misma(Prisioner of her myself)

Capitulo 16: El mejor regalo de Cumpleaños

La mañana de su cumpleaños, Julieta fue despertada por sus padres con un pastel y un pequeño regalo que la sorprendió gratamente. Cuando abrió la caja, quedó boquiabierta al encontrarse con las llaves de un auto. ¡Era su propio auto! Había estado pidiéndolo durante mucho tiempo, y su padre finalmente había decidido sorprenderla con este maravilloso regalo. Ahora no tendría problemas para llegar a la escuela y se sintió emocionada por la libertad que le brindaba tener su propio medio de transporte.

Con una gran sonrisa, Julieta salió de casa en su nuevo auto y se dirigió a la escuela. Aunque seguía manteniendo la identidad de Nicolás, se sentía más segura y confiada con el nuevo regalo.

Durante las clases, sus compañeros de clase notaron su llegada en el flamante auto y no pudieron evitar comentar al respecto. Julieta trató de disimular su emoción, pero en su interior estaba radiante de felicidad.

Luego de las clases, Julieta se encontró con Dorian, Tom, Neil y los demás chicos para celebrar su cumpleaños, tal como habían acordado. Llegaron al restaurante que tenía un significado especial para Julieta, donde había conocido a Dorian y había comenzado esta nueva etapa de su vida.

El ambiente era cálido y acogedor, y los chicos compartieron risas y anécdotas mientras disfrutaban de una deliciosa cena. Julieta se sentía agradecida por tenerlos a todos allí, siendo testigos de uno de los momentos más importantes de su vida.

A medida que avanzaba la noche, los chicos se prepararon para el momento del pastel. Cuando el postre llegó a la mesa, todos cantaron "Feliz Cumpleaños" mientras Julieta soplaba las velas. Miró a sus amigos, sintiendo el corazón lleno de felicidad y gratitud.

—¡Gracias a todos por estar aquí conmigo en este día especial! —dijo Julieta, sintiendo la emoción en su voz—. No podría haber pedido un mejor regalo que tenerlos a todos ustedes en mi vida.

Los chicos aplaudieron y brindaron por Julieta. La noche continuó con risas, bailes improvisados y confesiones de amistad. A lo largo de la velada, Julieta compartió más detalles de su pasado y cómo llegó a asumir la identidad de Nicolás. Dorian, Tom y Neil la escucharon con atención y comprensión, solidificando aún más el lazo de confianza entre ellos.

Mientras la noche llegaba a su fin, Dorian se acercó a Julieta y le entregó un pequeño regalo envuelto con elegancia. Al abrirlo, Julieta encontró un hermoso collar con un colgante en forma de mariposa, símbolo de transformación y libertad.

—Es para que recuerdes siempre este momento y que seas tú misma sin miedo a volar alto —dijo Dorian con una sonrisa.

Julieta quedó sin palabras, sintiendo cómo las lágrimas de emoción se asomaban a sus ojos. Abrazó a Dorian con fuerza, agradecida por el regalo y por su amistad sincera.

—Gracias, Dorian. Eres un verdadero amigo —susurró Julieta.

La noche llegó a su fin, pero el recuerdo de ese cumpleaños permanecería en el corazón de Julieta para siempre. A través de la confianza y la honestidad, había encontrado un grupo de amigos que la aceptaba tal como era, y eso era un regalo inestimable.

Así, el cumpleaños de Julieta se convirtió en un día inolvidable y el mejor regalo que pudo haber recibido fue el apoyo y la amistad de sus nuevos amigos. Se sintió bendecida por tenerlos en su vida y estaba ansiosa por lo que el futuro les depararía juntos. Con una sonrisa en el rostro y el corazón lleno de gratitud, Julieta estaba lista para enfrentar cualquier desafío que se presentara y vivir su vida con autenticidad y valentía.

A partir de ese día, Julieta se sintió más libre que nunca. Había enfrentado la verdad y había sido recompensada con una amistad genuina. Sabía que no importaba lo que el futuro le deparara; siempre tendría a Dorian, Tom, Neil y los demás chicos a su lado, apoyándola en cada paso del camino. Y así, con una sonrisa en el rostro y el corazón lleno de gratitud, Julieta estaba lista para vivir su vida plenamente, siendo fiel a sí misma y sin temor a ser quien realmente era.