Ese día había llegado un poco tarde a la universidad porque mi padre se olvidó de llevarme. Al llegar, mi lugar habitual estaba ocupado por un chico bastante raro, así que busqué un asiento disponible cerca de un chico de cabellera larga que platicaba con dos chicos de atrás. Simplemente tiré mi mochila al suelo, lo que captó la atención de él y los otros dos chicos, algo que no pretendía provocar, pero ya era demasiado tarde.
— ¿Todo bien, Dorian? —pregunté, mostrando mi preocupación por su expresión.
—Sí, solo estaba pensando en algunas cosas. Gracias por acercarte, Nick —respondió él, esbozando una pequeña sonrisa.
Aunque no profundizó en sus pensamientos, nuestra conversación fluyó y nos dimos cuenta de que teníamos muchas cosas en común. Poco a poco, Dorian se mostró más abierto y relajado a mi lado, y nuestra amistad se fortaleció.
Cuando llegué a la universidad al día siguiente, me encontré con Dorian en el pasillo. Parecía preocupado, como si algo lo estuviera atormentando.
— ¿Qué pasa? —me atreví a preguntarle.
—Nicky, ¿qué haces aquí tan temprano? —me preguntó con cierta sorpresa en su rostro.
—Mi padre me dejó antes aquí. Se fue temprano a trabajar. ¿Por qué me has mirado de forma extraña? —le pregunté intrigado.
—No sé, solo me acordé de algo mientras te veía —respondió Dorian, tratando de disimular.
—Bueno, yo iba a la biblioteca. Nos vemos luego —me despedí, aunque su extraña mirada seguía rondando en mi cabeza mientras me dirigía a la biblioteca.
Mientras estaba en la biblioteca, mis pensamientos seguían divagando entre mis preocupaciones y mis interacciones con los chicos, especialmente con Carolina. Recordé cómo fue que nos conocimos en un evento de socios de la empresa de mi padre.
La relación con Carolina surgió en un evento de socios de la empresa de mi padre. En una ocasión, durante una de esas reuniones, su padre la presentó oficialmente como "Carolina Cisneros, su encantadora hija". En ese momento, no pude evitar notar que Carolina era realmente atractiva, pero traté de no mostrar demasiado interés.
Ella se acercó a mí con una sonrisa amable y comenzamos a conversar sobre temas generales. Carolina tenía una personalidad encantadora y era muy fácil hablar con ella. A medida que avanzaba la noche, descubrimos que teníamos varios intereses en común y nuestras conversaciones fluían de manera natural.
Carolina parecía genuinamente interesada en mí y preguntó sobre mis estudios, mis pasatiempos y mi vida en general. Fue agradable poder conversar con alguien que me trataba con amabilidad y no tenía expectativas preconcebidas sobre mí.
A lo largo de los siguientes eventos familiares, Carolina y yo seguimos interactuando. Ella me buscaba y parecía disfrutar de nuestra compañía. Aunque al principio me mostré un poco distante y reacio a acercarme demasiado, con el tiempo empecé a apreciar su presencia y la conexión que teníamos.
Carolina era una de las pocas personas con las que podía relajarme y ser yo mismo sin preocuparme demasiado por mantener la fachada de "Nicky". Ella no me juzgaba por mi apariencia o mi comportamiento, y eso me brindaba cierta comodidad.
Sin embargo, a medida que nuestras interacciones se volvían más cercanas, también me invadía la culpa por ocultarle la verdad sobre quién era realmente. Sabía que si le contaba que era una chica, eso podría cambiar nuestra dinámica y, en el peor de los casos, perderla como amiga.
Así que, en lugar de arriesgarlo todo, decidí seguir ocultándole mi verdadera identidad y continuar como "Nicky". Aunque la amistad con Carolina era reconfortante, también me atormentaba saber que estaba construida sobre una base de mentiras. A pesar de la sorpresa inicial, me alegré de haberla conocido. Era una chica alegre y amable, y desde entonces, habíamos desarrollado una amistad cercana.
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Prisionera de mi misma(Prisioner of her myself)
TienerfictieEn un mundo donde las expectativas sociales y el deseo de proteger a su madre han llevado a Julieta a vivir una mentira desde su infancia, se ve atrapada en una vida de fingir ser un chico para cumplir los deseos de su progenitor. Pero todo cambia c...