Historias cortas

FELICES 40

Hoy es tú cumpleaños número 40 y dejo esta pequeña nota junto a tu velador para contarte una historia. Nuestra historia.

Cuando llegue a tu vida seguramente tenías muchas inseguridades, sobretodo considerando que tenías apenas diecinueve años. Pero desde que conectamos miradas por primera vez te has encargado de hacerme sentir segura. A pesar de que a veces te he decepcionado, tú nunca me has dado la espalda, siempre me has recibido con los brazos abiertos.

Lo siento.

Te pido perdón por todas esas noches de desvelo. Por todos los te odio. Por las malas calificaciones.

Y te doy las gracias. No solo por ser el mejor padre que alguien podría pedir. Sino por hacer también el rol de madre, y por nunca ponerme en segundo lugar.

Mamá nos abandonó cuando yo tenía a penas cuatro meses, y aunque tu nunca hablas de ello, se que para ti fue difícil. Tus padres vivían lejos, por lo que tuviste que criarme y trabajar al mismo tiempo casi sin apoyo. 

Me enseñaste a nadar, a andar en bicicleta, me compraste mis primeros tampones y me llevaste por primera vez a ginecólogo. Me mostraste lo que era el amor verdadero, el más puro, el de un padre hacia una hija.

Cuando trajiste a casa a tu primera novia, me aseguraste que no había ninguna persona en el mundo que viniese antes que mí. Cuando estaban en una de sus primeras citas, la abuela te llamó para avisarte que yo tenía fiebre, y tu no dudaste un segundo en ir a buscarme, a pesar que sabías que estaba en excelentes manos. 

Te amo papá, feliz cumpleaños, no puedo esperar a ver que nuevas aventuras nos deparan.

Con amor, 

Rebecca.