Historias cortas

PRIMERA SONRISA

La universidad volvía a estar llena, hoy los estudiantes de odontología tenían su primer día de clase. Todos venían con expectativas, ideas y miedos distintos. De pasar, en la mayoría de los casos, años en un mismo colegio, se enfrentaban por primera vez a un lugar rodeado de desconocidos, salían completamente de su zona de confort.

El primer bloque transcurrió bastante tranquilo, fue más bien una clase introductoria, la profesora les dijo a los alumnos que salieran un rato y volvieran en diez minutos. En el baño, una niña rubia se estaba retocando un poco la pintura de uñas mientras una morena de pelo castaño se arreglaba los lentes.

Ambas se juzgaban con la mirada.

"¿Dónde cree que estamos? ¿en un salón de belleza? seguro es una hueca" "que lentes más feos y anticuados, ¿cómo puede llevar algo así?" eran algunos de los pensamientos que rondaban por sus cabezas.

La castaña en un descuido pasó a llevar sus lentes y estos se cayeron. La otra chica se agachó, los recogió y se los entregó.

— Gracias...— comenzó a decir la morena.

— Andrea — le respondió la rubia y le sonrío. —¿y tú eres? —

—Coni — respondió la morena mientras le sonreía de vuelta.

Se sonrieron y presentaron por mera cortesía, en realidad no se conocían en nada. Andrea no sabía que esos lentes que había recogido y encontrado tan horribles en un inicio a Coni se los había regalado su abuela justo antes de morir hace algunos meses, desde entonces apenas se los sacaba. Coni no sabía que cuando el padre de Andrea se suicidó, está se comenzó a comer las uñas hasta dejar sus dedos sangrando, solo hace un año había podido dejar esa mala manía y desde entonces se pintaba las uñas cada vez que podía.

La gran mayoría del tiempo juzgamos a la gente sin conocerla, inconscientemente asumimos cosas de ellas, creemos que con solo mirarlas ya conocemos toda su historia. Pero la gente tiene tanto detrás de una sonrisa, tiene toda una vida que nosotros no tendríamos por qué cuestionar.

Lo que ambas no sabían era que después de esa primera sonrisa vendrían muchas más, y que esas chicas que se juzgaron ese primer día de clases, se convertirían en mejores amigas.