JASMINE

389 23 0
                                    


Odio mirarme al espejo, duele observar esos tristes ojos que me devuelven la mirada. Solía amar mi sonrisa y mi largo cabello castaño. Mis padres adoraban mis ojos azules y ahora no pueden siquiera sostenerme la mirada.

Detesto aumentar el dolor de mi familia y amigos, porque aunque nadie lo diga, se que todo sería mucho más fácil si yo no fuera igual a ti. Eras mi cómplice, mi mejor amiga, hacíamos todo juntas. Cuando se me cayó mi primer diente, te golpeaste contra una puerta para que a ti se te cayera el tuyo también. Nos inscribimos a natación juntas, a teatro, le hicimos miles de travesuras a nuestros padres y profesores. 

Hay días mejores que otros, a veces quiero gritarte y exigirte que vuelvas. Mi vida cambió totalmente, recuerdo perfectamente el trágico momento cuando mi alma fue partida en dos. Fue un sábado, acababas de sacar el permiso de conducir y me preguntaste si quería acompañarte a comprar un bolso, estaba cansada así que fuiste sola. Pasaron las horas y no volvías, tampoco contestabas el teléfono, no fue hasta cinco horas después cuando nos llegó la noticia: habías muerto en un accidente de tráfico.

Estaba devastada, había perdido a mi mejor amiga, a mi otra mitad, a mi hermana gemela. No hay día que no piense en la posibilidad de que las cosas hubiesen cambiado si hubiera salido esa tarde contigo. A pesar de que mi psicólogo dice que no me debo enfocar en las cosas que ya no pasaron, no puedo evitar que ese pensamiento ronde por mi cabeza de vez en cuando. No estoy bien y honestamente no creo que lo este en un buen tiempo, nunca te dejaré de extrañar Jasmine.

Historias cortasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora