LA CAÍDA

211 16 0
                                    


A veces, 

solo a veces, lo pienso.

Pero es solo un momento.

Un pequeño instante de descuido.


Pero hay otras veces,

muy pocas veces,

en que lo pienso por más de un instante.

Y caigo,

y no dejo de caer.

Y nadie me ayuda,

y nadie me socorre.


Hasta que ya nada importa,

hasta que ya no necesito a alguien que me salve.

Porque dejo de sentir la caída,

esa horrible sensación de vértigo

dura tanto tiempo, que me vuelvo resistente.

Historias cortasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora