A veces,
solo a veces, lo pienso.
Pero es solo un momento.
Un pequeño instante de descuido.
Pero hay otras veces,
muy pocas veces,
en que lo pienso por más de un instante.
Y caigo,
y no dejo de caer.
Y nadie me ayuda,
y nadie me socorre.
Hasta que ya nada importa,
hasta que ya no necesito a alguien que me salve.
Porque dejo de sentir la caída,
esa horrible sensación de vértigo
dura tanto tiempo, que me vuelvo resistente.
ESTÁS LEYENDO
Historias cortas
RandomAquí encontrarán todo tipo de relatos cortos, desde amores, desamores, traiciones, lealtades, declaraciones, etc. ¡Espero les guste! +14 (RECOMENDADO) .... NO SE ACEPTAN COPIAS NI DISTRIBUCIONES.