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11 años 13 años

Alonso

No entiendo que esta haciendo Jossy, pero sé que no es nada bueno.

—Jossy ¿qué vas a hacer? —dije un poco preocupado.

—Nada, sólo estoy buscando una cucaracha —habló buscando por una coladera.

—Iugh, que asco, ¿y para que la quieres?

—La quiero para... ¡Mira! Aquí hay una —dijo y la agarró con una bolsa de plástico y la puso enfrente de mi cara.

—Ay, no, ay, no, quitala quitala, ¡quitala! —cerre mis ojos y con mis manos me tapaba la cara.

—Miedoso.

—¿Ahora si se puede saber para que quieres esa cosa? —hice cara de asco.

—La quiero para espantar a Carla, Regina y Rebeca —los dos íbamos directo al árbol con el columpio.

—A Carla ni se te ocurra José Miguel —dije mirándolo amenazante.

Él sólo rueda los ojos divertido.

—¿Qué si no hago caso enano? —se detuvo cuando ya estábamos enfrente del árbol.

—Te... te... te acusó con tu mamá y no dejaré que me columpies otra vez —dije y me cruce de brazos.

Jos

—Vamos, no puedes hacerme esto —dije y avente la bolsa con la cucaracha a otro lado.

—Claro que puedo.

—Entonces no te importara que vaya con aquel niño de ojos azueles y de tu misma estatura ¿no? —reí y él sólo me fulmino con la mirada.

—No —suspira—. Dejaré que me columpies y no te acusare con tu mamá, pero con una condición.

Ruedo los ojos. ¿Porqué para las cosas siempre tiene que haber un: “pero con una condición”, no lo soportó.

—¿Cuál?

—Qué no espantes a las niñas. Nos materías en problemas, y no quiero que mi mami me regañe.

Esté niño es muy tierno, tengo la suerte de tenerlo como mejor amigo. Bufó molesto y vuelvo a rodar los ojos.

—No hagas eso, se te harán chuecos los ojos. Y no quiero ver a mi mejor amigo así.

—Está bien. Pero estoy seguro que sería una gran broma.

—No.

—Sí. Andale Alón, será divertido. No pasará nada. No sabrán quien les puso una cucaracha en su comida —el ojiazul abre los ojos de golpe.

—¡¿QUÉ?! ¿En serio en su comida? Eso sí es pasarse de lanza, Jos.

—Sí, será la cosa más loca y divertida de la vida, de nuestras vidas —lo tomó de los hombros acercandolo un poco a mí—. ¿Estás seguro que no quieres que hagamos los dos la fascinante broma? —él sólo negó con su cabeza. Cierro los ojos, suspiro y lo suelto.

—Está bien. No haremos la broma —dije y me senté en el césped.

—¡Yei! Sabía que no lo harías, sabía que no lo harías —dijo y empezó hacer un baile raro causando que haga una gran carcajada.

—Jajaja por favor no hagas eso.

Se sienta a mi lado y nos quedamos mirando un rato.

—Qué bonitos ojos Alón —salen esas palabras de mi boca sin a verlas pensando antes de decirlas.

the tree┊  𝓳𝓪𝓵𝓸𝓷𝓼𝓸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora