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(Capítulo largo)

»Reproducir la canción cuando yo diga

13 años 15 años

Jos

Escribía una carta para Alonso. Hoy se cumplían 10 años de amistad con él. No creo que toda la mitad de mi vida la he pasado junto con él, se ha convertido en mi persona favorita.

No me gusta estar lejos de esa personita con pecas sobre sus mejillas.

Cada peca en su rostro angelical me hace creer que no hay nadie más tierno que ese pequeño ser. Es alguien muy importante y me dolería en el alma que se hiciera daño a sí mismo.

Sí es posible, viajaría por todo el mundo para buscar a la persona que le hace o hizo daño para romperle la cara.

Estoy seguro que si me alejo de él, me sentiré tan estúpido, porque ¿que sería de mí sin su risa? ¿que sería de mí si no tengo sus abrazos sinceros? ¿que sería de mí... si un día uno de los dos tiene pareja y nos olvidamos?

Por él hago lo que sea para mantenerlo feliz.

Odio ver su sonrisa falsa, odio verlo triste, odio ver como sufre por alguien, odio que se critique a él mismo, odio que lo maltraten... Odio que este con alguien que no sea yo.

Pero yo José Miguel Canela Rivera, juro estar con él.

No importa si no está feliz, yo estaré para alegrarle, estaré para tranquilizarlo cuando este nervioso. Estaré para cuidarlo y protegerlo de todo y todos. Estaré ahí.... Aunque él no quiera.

Ahora me encuentro enfrente de la puerta de su casa nervioso, con una pequeña carta color rosa pastel y con un listón de éste mismo color pero un poco fuerte.
¿Nervioso? Más que nada, no sé si le gusten todas las cursielerías que le puse.

Tal vez le de la carta cuando terminé este hermoso día... Será un sorpresa para mi persona favorita.

Suspiro, acomodo mi ropa, me despeino un poco, sonrió y tocó la puerta tres veces. La puerta se abrió dejando ver a la madre de mi amigo. Sonrió y empezó a hablar.

—Jos, que gusto verte por aquí —le sonrió amable—. Pasa, Alonso esta en su recamara.

—Gracias.

Entre a la casa y subí las escaleras. Cada pasó que daba, hacia que me pusiera más nervioso. Llegue a la puerta de su habitación, tragó saliva, sonrió y tocó la puerta.

Nadie abrió, así que decidí entrar. Cuando entré vi al pequeño castaño con unos lentes puestos, cabello despeinado, estába haciendo su tarea. Se encontraba con sus audífonos puestos, con mayor razón no me hizo caso.

Lo contemple por un par de segundos hasta que decidí quitarle un audífono y acercarme a su oído.

—Ahora entiendo porque no me hacías caso —susurro y él voltea exaltado.

—¡Jos! Me asustaste —pone una mano en su pecho.

—¿Tan feo estoy?

—No... digo... bueno sí pero no... ash ni yo me entiendo ¿qué haces aquí? —dice quitando de su rostro aquellos lentes.

—¿Ya no puedo venir a visitar a mi amigo para llevarlo a divertirse por qué hoy cumplimos 10 años de ser amigos?

—Te acordaste –habla en un pequeño susurro y se lanza a mí y me abraza por el cuello y yo por su cintura.

—Claro que me acordaría. Nunca lo olvidaría —digo en su oído y escondo mi cabeza en su cuello. Sigue oliendo igual de hermoso que siempre.

—Jossy, me siento tan feliz de ver que si te acordaste —me suelta.

the tree┊  𝓳𝓪𝓵𝓸𝓷𝓼𝓸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora