Capítulo XVII: Encuentro con la Oscuridad.

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Tras aquel encuentro fugaz con Nevra, me dirigí al cerezo, lugar donde había acordado encontrarme con el lorialet. Ya casi era hora, y las dudas comenzaron a surgirme. ¿En serio se habrá tomado mi invitación en serio? ¿Y si creía que yo no valía la pena por ser tan... yo? Tenía miedo de muchas cosas en ese momento, pero decidí dejar mis dudas de lado y llegar al destino acordado.

Tenía pensado hablar seriamente con Leiftan; sabía que sólo teníamos cuatro meses de conocernos, y que quizás me estaba anticipando a los hechos, pero necesitaba ser clara con él. Me había hartado de esconder mis intenciones hacia cada chico al que le había tenido interés. Un problema común entre las relaciones es el nunca fuimos novios, aunque nos gustábamos porque nadie pudo confesar sus sentimientos, el cual había intentado evitar durante mucho tiempo.

Leiftan me interesaba, no sé aún de qué manera, pero despierta ese sentimiento en mí. Si estaba dispuesto a algo, yo podría pensarlo.

Eso es lo que mi mente me decía, pero... ¿realmente era lo correcto? ¿Y si ese sentimiento que me quería creer que tenía no era más que una máscara para la verdad escondida entre líneas? Leiftan es un chico genial; es agradable, inteligente, responsable, maduro, servicial y todo un caballero. También era bastante guapo, y realmente no podía encontrarle un defecto importante. Sí, era 6 años mayor que yo, pero ese no era un problema del todo.

Por el otro lado, había un pero que me detenía de enamorarme de Leiftan; mi estúpido líder de guardia. Al contrario del primero, podía enumerar sus defectos con facilidad; mujeriego, ególatra, narcisista, demasiado orgulloso, difícil de tratar si no te lo ligas, pervertido, emociona a las chicas cuando no va a hacer nada... Claro, reconozco que está demasiado guapo para su propio bien y su cuerpo es...

¡Tenía que concentrarme en Leiftan! Él era el lado positivo; el ángel. Por el otro lado, Nevra es el demonio que me llevará a la perdición. ¿De qué le servía estar así de bueno y guapo si no le servía para una relación seria? Con Leiftan, nunca sufriré. Con Nevra, sufriré. Con Leiftan, sonreiré todos los días. Con Nevra... lloraré todos los días. Con Leiftan me siento fuerte. Con Nevra me siento como una niña indefensa.

La decisión estaba más que hecha, y aunque aún no sabía si estaba lista para una relación seria, estaba dispuesta a intentarlo.


—¿No te han dicho tus papás que es peligroso estar sola en la noche?— una voz desconocida para mí provocó que me sobresaltara, y justo cuando un grito amenazaba con salir, lo ahogué. Cerré los ojos, con miedo a que fuera algún enemigo del cuartel y viniera a matarme o algo. —Abre los ojos, no planeo asesinarte hoy.— un escalofrío me recorrió el cuerpo. Tenía miedo. Muchísimo miedo.

—¿Y-Y si no los abro?— decidí permanecer así. Con sólo su voz, podía reconocer la maldad que lo poseía. Era un sentimiento extraño pero existente.

—No podré realizar mi objetivo al interceptarte aquí y me voy a molestar.— su tono era amenazador, por lo que poco a poco comencé a abrir los ojos, retrocediendo varios pasos. Alguien demasiado alto, con ropa color negro, detalles rojos en esta haciéndolo ver aún más peligroso. Portaba una máscara, la cual me recordaba a un dragón.

—¿Q-Quién eres y qué quieres de mí?— volteé discretamente a la entrada del cerezo, pero no había nadie cerca. Estaba prácticamente acorralada.

—Compañero de alguna que otra escoria de aquí.— contestó sin emoción alguna. —En cuanto a ti... quería verte en persona. Él te ha mencionado, por lo que me ha intrigado quién era tal señorita que había capturado su atención.— sus palabras eran ambiguas, pero sabía que tenían un significado enorme detrás.

Re;Birth [Eldarya] (Re;Birth #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora