Capítulo XXVI: Rumor.

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Mis días en el cuartel general se habían vuelto tensos; pesados. Saber que me encontraría a Leiftan en alguna junta o misión me aterraba, pero por alguna razón, parecía que en este tiempo había optado por evitar mi existencia y mi presencia, cosa que le agradecía de cierta manera. Necesitaba tiempo para pensar, pero no precisamente en sus sentimientos o en los míos; sino en lo que pasó con él esa noche.

¿Por qué parecía ser otra persona de repente? ¿Era acaso su verdadera personalidad? ¿En serio todo habrá quedado en paz y hasta ahí? Había tantas cosas que me comían la cabeza que no lograría terminar hoy con la lista.

Pero hoy precisamente, las cosas parecían especialmente tensas. Las evaluaciones que se nos habían hecho previamente habían sido totalmente analizadas, por lo que en la tarde se nos avisaría quienes podrían tomar la prueba para ser parte de la élite de nuestra guardia, y en caso de ya pertenecer a ella, tomaríamos una prueba para ver si somos dignos de pertenecer a la oh súper majestuosa guardia Brillante, objetivo que estaba fuera de mis intereses. El sólo pensar que estaría todavía más vigilada y controlada me asqueaba.

No quería sonar arrogante, pero estaba casi segura de que la oportunidad podría serme brindada. Debido a la constante explotación laboral a la cual era sometida por mi líder, había logrado adquirir una condición física bastante buena, al igual que puntos en mi guardia. Sí, podía actuar de manera estúpida una que otra vez, pero eso no significaba que no era inteligente. ¿La única cosa que podría tener en contra? Mis constantes regaños y castigos por parte de la Guardia.

Me dirigí a la sala del Cristal para ir por mi número de referencia. Para evitar favoritismo y demás, habían optado por otorgarle una clave a cada persona, de manera que fuese casi imposible para los líderes y miembros de la guardia Brillante determinar quién era la persona con ese resultado. La única que tenía conocimiento de los números era Ykhar, la cual por lo mismo no había participado en la evaluación.

Por suerte había poca gente, por lo que no tuve que esperar demasiado para mi turno. Miiko se encontraba hablando con una chica. Por su cara podía deducir que era un asunto delicado, y por lo mismo no tenía que entrometerme y escuchar, pero... ¡maldición! Era tan difícil comerme mi curiosidad. Tomé una bocanada de aire, llenando mi cerebro de otro tipo de cosas no relacionadas con meterme en problemas.


—Hola, Aerye.— la brownie interrumpió mis pensamientos, y rápidamente regresé. —Aquí tienes tu número. Recuerda que en caso de que hayas sido seleccionada, tendrás que ir con tu líder para que te dé más instrucciones, ¿de acuerdo?— asentí, tomando el pequeño trozo de pergamino que me entregó.

—De acuerdo. Sigue siendo opcional tomar la prueba en caso de ser seleccionado, ¿verdad?— alcé una ceja, pues quería asegurarme de que en el escenario más perfecto en el que apruebe y después tenga oportunidad de unirme a la Brillante, no sea una obligación hacerlo.

—Sí, aunque no hay muchas personas que rechacen esto, jaja. Aquí entre nos;— bajó la voz, y me acerqué un poco más a ella. —al ser de la élite, es el doble de pago, o sea, 100 maanas al día. Como miembro de nuestra guardia, ganas 200s maana en adelante, dependiendo tu puesto. Vale la pena.— me guiñó un ojo, y no pude evitar suspirar. Sí, valía la pena, pero que Miiko fuera mi líder directa era algo que no quería que sucediera.


Fui en dirección a la salida poco después, deteniéndome al ver que Miiko ahora estaba sola, pero con la misma cara de funeral de hace un rato, o quizás peor. Mi conciencia me golpeaba con un guante que decía no te metas en problemas que no te incumben, ve a tu habitación y aprovecha tu día libre para holgazanear. Pero como el ser impulsiva parecía ser uno de mis mayores atributos, me dirigí hacia ella distraídamente, fingiendo que iba a hacer todas las cosas del mundo a excepción de hablarle.

Re;Birth [Eldarya] (Re;Birth #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora