Re;Birth [Eldarya] (Re;Birth #1)

Capítulo XIX: Dilema Amoroso.

Hoy en la noche sería por fin la fiesta que tanto habíamos muerto en planear. Karuto y Alajéa se habían encargado tanto de la comida como de las bebidas, tanto alcohólicas como no alcohólicas. Con un poco más de presión,  logramos que el fauno fuera nuestro bartender hoy, por lo que las cosas pintaban para ser perfectas. Chrome se había encargado de la decoración, Karenn de invitar y dar indicaciones sobre que era una fiesta sorpresa, junto con la música.

¿Y yo? Bueno, debido a que me había unido tarde al grupo de organización de fiestas, mi segunda tarea fue casi pedirle de rodillas a Miiko que nos dejara organizar una fiesta en grande en la cantina, petición a la que accedió casi al instante para mi sorpresa. Parecía estar feliz de que alguien decidiera organizar un cumpleaños como se debía, siendo la única condición limpiar el desorden, tener bocadillos dulces e invitarla, obviamente. Ahora mi tarea era distraer a Nevra y que no se diera cuenta de que la fiesta era para él.

Para mi suerte, parecía tener una junta después de la misión de hace no mucho. Según los rumores, parecía estar molesto con todo lo que respiraba y existía porque su preciada bufanda había sido prácticamente triturada en uno de sus descuidos, cosa que, aunque era una desgracia, me era perfecto para no pensar más en un regalo y tener por fin algo en mente, razón por la cual ahora me dirigía hacia la tienda de Purriry. Compraría la bufanda más parecida a la que él tenía y aprovecharía para probar su nueva atracción al público.

Entré con cuidado al establecimiento, agradeciendo haber ido en una hora en la que sólo había dos chicas curioseando los vestidos con aspecto aburrido. No tardé en encontrar una bufanda parecida a la que tenía, por lo que me dirigí a la caja para por fin poder descubrir esa atracción de la que todos estaban hablando. Parecía ser tan impactante que hasta Ezarel parecía intrigado.

—¿Sería todo, cielo?— preguntó con su usual tono meloso.

—No del todo... me gustaría ver que es esa atracción de la que todos hablan.— la felina esbozó una sonrisa, indicándome que la siguiera hacia la parte trasera de la tienda, cosa que hice sin dudar.

—Hace poco encontré material de adivinación y todo eso, así que mi negocio oculto es ese~.— canturreó emocionada, sentándose en una de las sillas que se encontraban ahí. El lugar era bastante simple; dos sillas, una frente a la otra. Una mesa entre ambas y algo así como cortinas colgadas para dar más ambiente. —Siéntate, corazón.—

—Nunca había estado en este tipo de servicios. ¿Qué se supone que debo preguntar?— a pesar de que me habían llamado la atención, nunca me había molestado en aparecerme en este tipo de situaciones.

—¿Hay algo que te tenga pensativa en este momento aparte del regalo para el joven líder de Sombra?— recargó su mentón en una bola de cristal que parecía hecha por ella, esperando a mi respuesta.

—Mmm... realmente hay muchas cosas, pero en este preciso instante, hay una situación que me tiene algo irritada.— suspiré, acomodándome en la silla para poder platicar con más comodidad.

—Te escucho. Si no quieres dar nombres, puedes inventarles un alias. No afecta a mis poderes en nada.— lo dijo con tanta seguridad que me dio algo de ternura.

—Estoy en un dilema amoroso entre dos personas. Como sabrás, vengo de la Tierra, y aunque casi me obligué a no involucrarme amorosamente con nadie, estoy fallando a mi yo de ese momento. Ese ya no es un problema ahora, sino pues, lo que te dije del dilema. Sé que es probable que sienta algo por los dos, pero es diferente para cada uno de ellos. Se podría decir que siento que una es atracción falsa para enmascarar mi atracción real, no sé si me doy a entender.— la felina se limitó a asentir, bastante metida en mi historia.