Siendo Humanos ((Nicudy))

Capítulo 5

Esta ciudad se parecía mucho a Zootopia en muchos sentidos, y muy diferente en otros.

En primer lugar, no era tan bonito ni bien cuidado, y la gente ciertamente no era tan amigable, pero el diseño era similar, y no pasó mucho tiempo antes de que Nick y Judy encontraran una franja de tiendas que le permitiera obtener la ropa que necesitaba para "mezclarse".

Ella caminó por la tienda, manejando diferentes telas y tratando de descubrir lo que le gustaba mientras Nick se sentaba en una silla junto al vestidor, mirando por la ventana.

— Hola señor, ¿hay algo que pueda conseguirle mientras espera?— una chica joven y de pelo claro le preguntó entre risas.

— No, estoy bien, gracias— la chica siguió sonriéndole y él le devolvió una sonrisa astuta. Podía decir al instante que este humano estaba coqueteando con él.

Ohhhh, Nick, perro sucio. Esto podría ser divertido.

—Eres terriblemente bonita, ¿cómo te llamas?— dijo suavemente, soltando otra risita de la chica humana.

—Mi nombre es Charlotte.

—Bueno, es un placer conocerte Charlotte. Mi nombre es Nick— se presentó extendiéndole su mano a la chica quien la tomo con una sonrisa.

Judy podía escuchar toda la conversación desde el vestidor cercano.

Este era el típico Nick, siempre buscando toda la atención femenina. Pero nunca la de ella, por supuesto, porque obviamente ella era una conejita.

Pero...

Pero ya no era una conejita ...

Lo que significa.

Ella jadeó, y se cubrió la boca con las manos.

Oh Dios mío...

— Me gusta tu cabello Nick, tiene un brillo rojo, parece un poco salvaje— ella rió de nuevo acercándose a él.

— Jaja, salvaje ¿eh? No tienes idea ...— estaba a punto de hacer otro comentario sarcástico cuando la puerta del camerino se abrió en el camino y Judy salió.

Nick accidentalmente dejó caer las bolsas que llevaba, y tuvo que contenerse para no quedarse boquiabierto cuando la vio.

Ella estaba en un conjunto que nunca hubiera imaginado que su pequeño conejito usará en un millón de años; un ajustado vestido morado oscuro que se ajustaba perfectamente a su cuerpo y combinaba con sus mechones plateados con rosa y sus ojos violetas.

Pasando groseramente al lado de la chica humana a mitad de la frase, tomó un profundo respiro, preparándose para enfrentar a esta belleza.

Ella ya no era su pequeña conejita.

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Lo que Nick no sabía era que Judy tenía una vendedora muy ambiciosa que le estaba entregando más vestidos, camisas y faldas para poder cobrarlas.

La mayoría de ellos sabía que no eran su estilo, pero después de su incidente con el policía, ella realmente solo quería esconderse y ser amable; así que ella aceptó cortésmente la abundancia de ropa y planeó salir caminando con solo un botón a cuadros, una camiseta que le gustaba, y un par de pantalones.

Cuando la vendedora le entregó algunos vestidos, ella planeó despedirlos y ni siquiera se los estaba probando.

Eso fue hasta que escuchó a Nick conversando poco en el fondo. En el momento en que el cerebro de su conejito registró que ella y Nick Wilde eran ahora la misma especie, todas las apuestas fueron canceladas. Ella no sabía qué exactamente su tiempo en este mundo traería a su relación, pero no iba a dejar pasar la oportunidad de ver si este zorro estaba por lo menos interesado.

Cogió unos vestidos florales que le parecieron agradables, y decidió que los agregaría a su compra. Pero era la forma apropiada, un vestido morado oscuro que quería usar como cebo.

Ja ... Imagina eso. La presa ahora está atrayendo al depredador.

No estaba segura de qué era lo que se consideraba "atractivo" aquí, pero sus instintos le decían que este vestido podría haber estado empujando al rango de "sexy".

Era la forma apropiada en todos los lugares correctos, y acentuaba sus curvas. Sus pechos eran diferentes en esta forma, y más aparentes, pero ella estaba de acuerdo con eso. De todos los anuncios que había visto en las tiendas, parecía ser una característica admirada.

Al salir del camarín, quiso jugar al "tonto conejito" e inocentemente ver qué pensamientos tenía Nick sobre la ropa en este mundo.

—¡Creo que me gusta este!— llamó a la vendedora mientras salía del vestidor, sin siquiera girarse para mirar a Nick todavía.

Una vez que finalmente lo hizo, el zorro ya no estaba hablando con la chica humana, sino que estaba parado a su lado. Tan cerca que cuando se giró ella realmente retrocedió un poco sorprendida.

— Eso es todo lo de levantarse, Zanahorias— dijo, casualmente apoyado en la pared a su lado, mirando arriba y abajo de su cuerpo con avidez.

"Eres un zorro salvaje, consigue un mantenimiento de ti mismo! No le dejes ver que ella te atrape" pensaba.

Pero ella claramente estaba llegando a él y estaba fallando en esconderlo.

—Entonces, ¿crees que este atuendo va a ayudar a nuestra misión?— preguntó, con un aire de sarcasmo y ronquera en su voz.

Judy fue un poco rechazada. No esperaba que él estuviera tan cerca y nunca había hablado con ella en ese tipo de tono. Por alguna razón, le mareaba la cabeza.

— Yo ... no estaba segura de cómo las chicas se visten aquí— finalmente pudo decir. — Solo quería probar un par de cosas diferentes.

Se miraron el uno al otro y la tensión entre ellos era tan espesa que se podía cortar con un pez espada. Ambos esperando que el otro diga algo. Ambos se preguntaban si el otro tenía la misma realización.

El conocimiento de que ya no eran especies diferentes.

"Podría empujarla contra esta pared y apretarla contra él, y estaría bien en este mundo" Nick pensó.

Él respiró profundamente para calmar su creciente deseo. Este pequeño truco de vestir ciertamente no ayudó a su creciente atracción. ¿Tiene alguna idea de lo que me estaba haciendo?

Nick nunca había sido tan callado e intenso desde que ella lo conocía. Sus ojos parpadeaban, mirándola como un trozo de carne, pero sabía que no era peligrosa. Fue de una manera que hizo que su interior se moviera, y que la habitación se pusiera caliente. Su plan había funcionado.

Ciertamente le había mostrado que algo estaba pasando aquí. Si eso significaba que era algo sobre lo que debían actuar o no, no estaba segura.

El hecho aún permanecía, ellos no iban a ser humanos para siempre.