Siendo Humanos ((Nicudy))

Capítulo 6

—¡No, en serio, Zanahorias! ¡Creo que deberías ponerte el vestido morado! Realmente ayudará con nuestros interrogatorios—Nick movió sus cejas hacia ella, riendo.

—¡Uf! ¡Cállate!— ella dijo mientras lo golpeaba con su mochila.

Caminaban por las calles de Nueva York en busca de pistas por el Dr. Skunk.

Judy había salido de la tienda vistiendo una camisa de franela, una camiseta y unos vaqueros, y había comprado algunas otras cosas, el vestido morado incluido; esa pequeña compra claramente no pasó desapercibida para su compañero que la había estado molestando todo el día por lo mismo.

Ella no lo odiaba por eso, pues las burlas fueron más fáciles de manejar que la tensión, por lo que le permitió pensar que él estaba tratando con ella para poder continuar su juego, y su amistad aún podía sentirse normal.

—Así que Zanahorias, ¿tenemos alguna pista sobre ese zorrillito? — preguntó — Se siente como buscar una aguja en un pajar, especialmente si también es humano—la cabeza de Judy miró hacia el cielo.

—Ese es un buen punto.—ella dijo, exasperada. —No anticipé que fuera humano también ...

Justo cuando terminaba su oración, tuvo una idea.

—¡Eso es! ¿Qué haría un zorrillo si fuera humano? — preguntó a Nick — Algo que un zorrillo probablemente no podría hacer en Zootopia— se contesto a sí misma.

Nick pensó por un momento.

—Bueno, este zorrillo en particular era un científico ... Uno que estaba obsesionado con otros mundos, estoy seguro de que querría estudiar cosas que son diferentes en este mundo de nuestra Zootopia ...

La cabeza de Judy se levantó bruscamente cuando un autobús pasó junto a ellos con un gran anuncio para el "zoológico de Central Park".

— ¿Zoológico?— Judy susurró en voz alta.

— ¿Qué fue eso Zanahorias?— preguntó Nick sin comprenderle.

—¡Zoológico! ¡Mira!— Judy agarró la cabeza de Nick y literalmente giró toda su cabeza hacia el anuncio del autobús. — ¡Aquí tienen un lugar llamado zoológico! ¡Y tiene animales! ¡Al igual que Zootopia! ¡Apuesto a que el Dr. Skunk estaría allí!

—¡Guau! ¡Buen trabajo, zanahorias!— Judy soltó su rostro y sacó un bolígrafo y papel para escribir la dirección del anuncio. —¡Lo tengo! Vamos a buscar ese zoológico.

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—Eso será dieciséis dólares cada uno— dijo la cajera en la entrada del zoológico.

— ¡Por Dios! podría conseguir un jumbo pop, por mucho— murmuró Nick mientras sacaba dinero de su sobre compartido. Contó lo que necesitaban para dos boletos y se los entregó a la dama detrás del cristal.

— Gracias. Tú y tu novia disfruten— dijo la mujer mientras recogía el dinero y le entregaba dos boletos con fotos de leopardos de las nieves.

Nick se encogió y se sonrojó.— Uh ... gracias, pero ella no es mi novia— miró por encima del hombro y vio a Judy a unos metros de distancia, desplegando un trozo de papel — ella es ... ella es mi compañera.— La mujer detrás del registro se inclinó y le lanzó una ceja, claramente confundida por su fraseología— Eh, ya sabes qué, no importa. Tenga un buen día— dijo, dándole su sonrisa aún eficaz, astuta de zorro y se volvió para encontrar a Judy con sus boletos en la mano.— ¿Qué encuentras allí Zanahorias?— preguntó, mientras la veía escanear lo que parecía un mapa.

— Esto muestra dónde están todos los animales aquí. — le explico —Este lugar ... es como... Parece casi como una cárcel— la voz de Judy sonaba un poco temblorosa mientras hablaba— No sé nada de esto, Nick. No sé si puedo manejar esto.

—Estoy seguro de que está bien Zanahorias. – confío mientras ponía su mano en su hombro —Tenemos que ver si podemos encontrar alguna pista que pueda ayudarnos a localizar esa maldito zorrillo para que podamos llegar a casa ... lo antes posible.

"Porque cuanto más tiempo estoy a tu alrededor en esta forma, pequeña conejita, más puedo sentir que mi control se resbala." Pensó.

Él miró su comportamiento nervioso, le gustaba la camisa de franela y los vaqueros que ella escogió comprar. Le recordó la ropa informal que usaría en casa. Su largo cabello plateado estaba pegado a un lado de su cabeza, exponiendo su cuello, y Nick se preguntó qué sabor tendría ese lugar en particular en su cuello.

"¡Ugh! Eres un perro repugnante, tienes que hacerte una idea."

— ¡Ok, vamos!— dijo él, un poco demasiado alto, rápidamente llevándola dentro y lejos de sus pensamientos.

—¡Dios está bien, está bien! ¡Relájate! — pidió entre risitas.