Siendo Humanos ((Nicudy))

Capítulo 12

Judy estaba paseando por la habitación, comenzando a preocuparse por Nick. Sabía que él regresaría a tiempo, pero aún no estaba segura de los peligros en este mundo y no quería que nada le sucediera.

Justo antes de que ella estuviera a punto de agarrar una chaqueta e ir a buscarlo, oyó un clic y la puerta se abrió.

—¡Encontré al Dr. Skunk!—Nick exclamó.

Definitivamente no esperaba que fuera lo primero que saliera de su boca.

—¡¿Qué qué ?! ¿¡Cómo!

Nick le contó la historia de su encuentro y le mostró la dirección para el día siguiente.

—¡Nick esto es increíble! ¡Todo lo que tenemos que hacer es convencer al Dr. Skunk para que regrese a Zootopia con nosotros mañana y podamos irnos a casa!— Judy saltó arriba y abajo estilo conejito y saltó hacia adelante para abrazar a Nick. Él la atrapó y soltó una carcajada.— Buen trabajo, compañero.— Nick estaba disfrutando de la sensación de Judy en sus brazos, pero ante la palabra 'compañero' su cuerpo se puso rígido.

Él quería ser más que eso.

Judy fue a alejarse, pero Nick mantuvo sus brazos seguros. El aliento de Judy quedó atrapado en su garganta cuando se encontró todavía en sus garras, con los ex zorros cara peligrosamente cerca de la suya.

— Judy ...— susurró.

Ella se estremeció. Rara vez usaba su nombre, y ciertamente nunca lo había dicho así. Con tal necesidad.

—¿Sí? ...—susurró ella, apenas audible.

— No quiero simplemente ser "socios"No cuando podemos intentar ... — fue cortado antes de que pudiera terminar cuando Judy se inclinó y presionó sus labios firmemente contra los suyos.

Nick contuvo la respiración y la apretó más fuerte, este beso no fue como el delicado y tímido beso de hace unas horas. Este beso estaba hambriento y lleno de años de deseo reprimido. Judy iniciando esto significaba que Nick ya no se estaba conteniendo ni lo iba a hacer.

Judy finalmente se permitía sentir de todas las maneras en que temía, la mezcla de nuevos instintos y viejas fantasías hizo que su cabeza girara, y cuando sintió que la lengua del zorro se deslizaba en su boca, sus piernas se convirtieron en gelatina.

— Zorro astuto — gimió ella en su boca mientras su lengua trabajaba para memorizar cada detalle de ella.

Él se echó hacia atrás y la miró, sus ojos traviesos y relucientes.

—Sola, con un depredador y usando ese pequeño y fino vestido de verano— la miró de arriba abajo, bebiendo con avidez su aspecto.— Conejita tonto,— gruñó, luego instintivamente se lanzó hacia su cuello.

Su piel estaba caliente bajo sus labios e incluso podía sentir su rápido pulso de conejo mientras se besaba y se abría paso desde la línea de su mandíbula hasta su clavícula.

—Sabes delicioso, conejita— ronroneó en su oído, luego pasó la lengua por el borde.

Todo el cuerpo de Judy estaba vibrando con sentimientos que nunca antes había experimentado, ella se pasó los dedos por el pelo, aferrándose a él, y trató de encontrar la compostura para besarlo tan apasionadamente como él. Pero el hecho era que él era claramente el depredador en esta situación, había atrapado a su presa, y ella estaba a su merced.

Sus besos continuaron haciéndose más desesperados, y Judy sintió que unos dedos le acariciaban el costado de la pierna y le subían por la falda mientras le acariciaban suavemente la parte inferior de la mejilla, claramente queriendo más.