Dakota no entendía a qué se refería, estaba demasiado perdida en su mirada, la estaba mirando solo a ella, expuesta a él con solo su sostén cubriéndola, fue sintiendo como Jamie deslizaba una mano por el frente de su camisa desabotonándola, se deshizo de ella con un rápido movimiento que apenas notó la camisa se fue dejando al descubierto su pecho, sus ojos de deslizaron por aquella piel bronceada y bien formada, se fijó en sus fuertes brazos y en la mata de vello que iba por debajo de su ombligo hasta desaparecer bajo la hebilla del pantalón.
-Aquel día no pude mirarte por completo -susurró él apartando todas las barreras de su piel. -Eres preciosa.
Su mirada le hacía creer en sus palabras, le gustaba que pensara eso de ella a pesar de no tener un cuerpo voluptuoso; lo vio bajar la cabeza antes de que dejara una hilera de besos húmedos por su cuello bajando hasta su clavícula, se escuchó a sí misma gemir cuando la lengua de él trazó el camino entre sus pechos, de alguna forma había terminado por poner sus manos sobre la ancha y fuerte espalda, haciendo que sus uñas se clavaran ahí con fuerza.
-Tranquila pequeña, solo quiero saborearte.
Con delicadeza llevó su mejilla a la piel suave y cremosa de sus pechos, a ella le gustó el roce de la barba de un día que llevaba, pero demasiado pronto el picor se esfumó y fue remplazado con un estremecimiento que la recorrió cuando su boca estuvo sobre ella, besando sus cumbres con la pasión que sentía.
-Eres muy suave -la boca de Jamie se abrió sobre uno de sus pezones y luego de acariciarlo con la lengua comenzó con una suave succión que la hizo soltar un grito.
Sus caderas se estaban moviendo al compás, Dakota había sentido a Jamie de esa forma antes pero ahora era más íntimo, se movía contra ella como si estuvieran haciendo el amor, su boca pasó al otro pecho mientras ella alzaba las caderas sin control siguiéndolo, no le daba miedo esta vez pero aun así su cuerpo temblaba, las sensaciones la estaban superando rápidamente, de su garganta salían sonidos que jamás había emitido, sus piernas comenzaban a tensarse y fue entonces que Jamie alzó la cabeza de golpe y cerró los ojos como si estuviera sintiendo dolor.
-Se nos está yendo de las manos -dijo medio gruñendo y se apartó, sentándose al borde de la cama, todo el cuerpo le temblaba por la pasión no consumida. -No quería ir tan lejos, lo siento.
¿Lejos? Se preguntó ella que se acomodaba la ropa a toda prisa, se sentía frustrada porque todo lo que había estado sintiendo se esfumó en unos pocos segundos, sentía la piel ligeramente irritada por las caricias de Jamie.
-Iré a preparar el biberón para Dulcie -recogió su camisa del piso antes de salir de ahí a toda prisa, dejándola en un estado de confusión.
¿Por qué lo había hecho? No se sentía atraído hacia ella, eso se lo había dejado claro cuando le pidió matrimonio solo por la pequeña, le tenía cariño sin duda, pero la pasión que había mostrado iba más allá del deseo que decía sentir, o eso creía ella, la verdad es que no tenía mucha experiencia con los hombres, Jamie era al que más conocía además de a su hermano mayor Jesse, y a ninguno de ellos iba a preguntarles sobre lo ocurrido. Decidió que lo mejor era seguir normalmente así que fue a darse una ducha, se puso ropa limpia que sacó de algunas cajas y ya vestida fue a la habitación de Dulcie, Jamie estaba con ella en brazos dándole el desayuno, al ver la boca hinchada de él volvió a su mente los recuerdos de sus besos y apartó la mirada.
-Iré a preparar el desayuno, sino te importa.
-Pon una cafetera bien fuerte.
Fue lo primero que hizo al entrar en la cocina.
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Siempre es posible | Jamie y Dakota
FanfictionJamie ha cuidado de Dakota desde el momento que dio sus primeros pasos, siempre ha sido así hasta el momento que decidió enlistarse en el ejército y alejarse de Gatesville; ahora las circunstancias son difíciles y a él solo le resta pedirle ayuda a...