Siempre es posible | Jamie y Dakota

Capítulo 4

Dakota se habría atragantado de estar bebiendo algo en ese momento, escuchó la exclamación ahogada de Grace a su lado y le sirvió para despertar del trance.

-Ya veo- Don parecía muy tranquilo. -Quizá deberíamos hablar sobre eso en mi despacho.

-Gracias señor, también me parece buena idea que su hija esté presente en esa conversación.

-Lo hará en cuanto salga de detrás de los matorrales.

-¡Papá! -ella salió deprisa de ahí, un par de huevos salieron volando de su cesta y mientras seguía a los dos hombres hacia el despacho escuchaba las risas de Kelley y Grace tras ella.

Podía ver la espalda demasiado recta de Jamie que avanzaba delante de ella, las manos le temblaban y dejó sin fijarse el cesto antes de que entraran al despacho, su padre tomó asiento en su escritorio y se cruzó de brazos.

-Me parece curioso Dornan, que mi hija ayer mismo me habló de que rechazaste la propuesta que te hizo -parecía divertido, Dakota miró de reojo a Jamie y vio que una de las comisuras de su boca se alzaba. -Espero una explicación de su parte.

-Fue bastante inesperado, lo dijo delante de todos los vaqueros que cuidaban a los caballos mientras pastaban, y no hincó una rodilla sobre el piso, si eso no fue razón suficiente para rechazarla señor, no sé lo que es.

Con horror ella vio a su padre soltar una risotada y sintió deseos de desaparecer en ese momento.

-Y supongo que tampoco llevaría un anillo -alegó Don cuando pudo hablar de nuevo.

-Si esto es solo para burlarse de mí, me voy -comenzó a ponerse de pie.

-Lo siento, me he pasado -Jamie la sujetó del brazo y tiró de ella para que se sentara de nuevo. -Voy a hablar seriamente esta vez, y lo cierto es que pensé mucho en tu lista, Dakota.

-Pues mira que interesante, según yo solo había servido para que te rieras de ella.

-Estaba demasiado sorprendido, ahora que pensé más en ella y lo medité con mucha precisión he venido, de alguna forma, a negociar contigo y quiero que tu padre esté presente, quería que un abogado estuviera también aquí, pero mi padre me ha dicho que las formalidades legales pueden venir una vez que el acuerdo quede entre nosotros.

-Si has hablado con Jim sobre el asunto quiere decir que sabes a lo que vienes, Jamie.

-Así es señor Johnson -miró a Dakota un momento y luego volvió la vista al frente. -Es cierto que he venido a pedir la mano de su hija, pero no quiero atar a Dakota de por vida a algo que ella no desea, sé que necesita más en su futuro que un militar y una niña pequeña.

-Ahí va de nuevo -ella rodó los ojos.

-Lo hago por tu bien, tu padre me dará la razón -Ambos vieron que Don asentía. -El caso es que, aunque nos casáramos Dulcie seguiría siendo solo mi hija, para que tuvieras de alguna forma poder legal sobre ella tendrías que adoptarla también.

-¿Quieres que adopte a tu hija?

-Sí, pero solo después de que te cases conmigo.

Ella se quedó sin habla mientras se sentía observada por los dos hombres que estaban ahí, quizá los más importantes de su vida desde siempre, carraspeó luego de un momento y apretó las manos en el regazo, le temblaban demasiado.

-Será un matrimonio de conveniencia -se apresuró a aclarar Jamie. -Para que puedas adoptar a Dulcie y ambos seamos los responsables de ella, además así la gente no empezará con rumores, luego de un tiempo solo pediremos la anulación, tenías razón en que solo las madres pueden pedir apoyo para los niños y tienen derechos a guarderías, además yo estaría agradecido toda mi vida si me ayudaras a criar a mi hija.