-Maldita sea -Dakota estiró el brazo hasta la alarma para pararla de un manotazo. -¿Jamie?
-¿Um?
-¿Programaste la alarma en sábado?
-Mi culpa, estaba cansado ayer, pensé que la semana aún no acababa.
-Torpe -le dio con el pie bajo la cobija, cosa que él aprovechó para tomarla del tobillo y acercarla más a su cuerpo. -Déjame, quiero dormir.
-Yo también, ven aquí.
Ella se acurrucó contra su cuerpo disfrutando de unos minutos más de sueño, pero no fue así, una serie de besos comenzó a extenderse por su rostro hasta su cuello, iban bajando por el hombro haciéndole cosquillas.
-Jamie...
-¿Um?
-No, para.
-No quieres que pare.
-No, pero quiero dormir, hay mucho que hacer hoy.
-Aún es temprano.
-No para...
La puerta se abrió con un azote y unos pasitos apresurados resonaron hasta que la pequeña niña saltó sobre la cama y comenzó a dar botes.
-¡Es mi cumpleaños!
-Feliz cumpleaños mi cielo -Jamie sacó las manos debajo de la manta para abrazar a la pequeña contra su pecho y hacerle cosquillas.
-Basta papá, basta -decía entre risas. -Mami ayúdame.
-Esas son muchas cosquillas -logró que Jamie la soltara y se incorporó abrazando a la pequeña en su regazo para llenarla de besos. -Feliz día pequeña monita.
-Basta mami, muchos besos -se soltó sin dejar de reír, la pequeña abrazaba su osito de peluche y se puso de pie para saltar en la cama. -¡Es mi cumpleaños, tendremos fiesta!
-Aún falta mucho rato para la fiesta, ¿porqué no vas a alimentar a las gallinas? Tal vez te canten feliz cumpleaños.
-Tal vez dejaron huevos de chocolate otra vez -dejó de saltar y bajó de la cama saliendo a prisa del cuarto.
-Será mejor que me encargue de eso -Dakota salió de la cama echándose su bata encima. -Tú puedes hacer un desayuno especial de cumpleaños.
-O puedo seguir durmiendo -se estiró en la cama.
-Vamos perezoso -se inclinó a besarlo. -Arriba Sargento, no lo repetiré de nuevo.
-Sí señora.
Hicieron una fiesta con globos, serpentinas de colores, salchichas y una enorme tarta de fresas con chispas de colores, había niños correteando por todo el lugar,incluyendo a los gemelos compañeros del jardín de niños de Dulcie, también estaban Marion y Dilan, los hijos de Eloise, un mago dio una función ahí en el jardín, hizo que Dulcie apareciera una paloma que luego no quería dejar ir y se sacó una larga tira de pañuelos de la boca.
-Hora de partir la tarta -gritó Dakota cuando la función terminó.
Los invitados se congregaron al rededor de la mesa para cantar feliz cumpleaños, Dulcie sopló con orgullo la vela con un gran número cinco y sonrió cuando todos aplaudieron, Jamie llegó con una caja dejándola frente a ella.
-Creo que este es el deseo que haz pedido.
Ella se apresuró a quitar el lazo que sujetaba la caja, dentro había un pequeño gatito negro y las puntas de sus patas color blanco.
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Siempre es posible | Jamie y Dakota
FanfictionJamie ha cuidado de Dakota desde el momento que dio sus primeros pasos, siempre ha sido así hasta el momento que decidió enlistarse en el ejército y alejarse de Gatesville; ahora las circunstancias son difíciles y a él solo le resta pedirle ayuda a...