Había muchas razones por las cual no debería hacer eso, se decía Jamie mientras subía las escaleras con Dakota en brazos, maldita sea su matrimonio era solo por conveniencia, solo por la pequeña niña que le estaba ayudando a criar... pero se sentía tan bien en sus brazos, sus cuerpos se amoldaban a la perfección y la forma con la que ella le envolvía las caderas con las piernas lo volvía loco, cada vez le costaba más trabajo mantenerse alejado de ella y hoy había llegado al límite, era un hombre fuerte pero aquella suave mujer podría ponerlo de rodillas en un chasquido de dedos. Jamie no estaba dispuesto a que ella supiera esa capacidad que ejercía sobre él.
-¿Jamie?
-¿Sí?
-No olvides el último escal...
Debió recordárselo dos segundos antes, ella había colocado una alfombra en el pasillo que sobresalía hacia el último escalón, sino tenían cuidado, como en ese momento acabarían sobre el suelo. Como acababan de hacer.
-Mierda -Jamie había tratado de rodar para que el golpe recayera en él mayormente, sus reflejos no le habían fallado pero la cabeza de Dakota había rebotado sobre la suya llevándose un buen golpe. -¿Estás bien?
-Na... nada grave, no tienes que parar.
-Maldición ¿te has roto algo?
Jamie quería inspeccionarla, pero Dakota no estaba dispuesta a que aquello se quedara a medias una vez más, así que aprovechando su situación se echó sobre él y lo besó de nuevo.
-Espera ¿estás bien? -preguntó él entre besos, ella respondió metiéndole su lengua en la boca.
La buena condición de Jamie le permitió levantarlos a los dos del suelo y llevarlos hacia su habitación, esta vez sus pasos no dudaron cuando la dejó sobre la cama, había decisión en los ojos de ella además de excitación y algo de duda.
-Estás a tiempo de decir que no -murmuró Jamie mirándola de pie.
Dakota echó una mirada nerviosa por la habitación antes de mirarlo de nuevo.
-Hay demasiada luz.
Corrió las cortinas de la gran ventana que no ayudaron mucho ya que la habitación apenas quedó ligeramente más oscura, Jamie volvió a la cama sentándose en el borde mirándola de nuevo, estaba adorable con las mejillas coloradas, el cabello desordenado sobre la almohada y un ojo que se le estaba tornando morado, pasó la punta de su dedo por la zona bajo su ojo que tenía una tonalidad verdosa.
-Te hice daño -murmuró él.
-Hay demasiada luz -repitió ella.
-¿Avergonzada? -Jamie alzó una ceja hacia ella. -¿Desde cuándo eres tan cobarde?
-No soy cobarde es solo que en las películas siempre está oscuro o es de noche.
-La gente puede hacer el amor en cualquier hora del día -medio rió.
-Bueno, supongo que tú eres el experto.
-¿Así que crees que cientos de mujeres han desfilado por mi cama, no es así? -dijo colocándose sobre ella muy despacio sin apartar la mirada de sus ojos.
-No es... no te juzgo... pero Amelia y...
La besó para que dejara de hablar, le gustó el gemido que salió de entre sus labios y se ahogó en su boca, con una mano fue alzando la blusa haciéndola estremecer, ella no quería solo quedarse ahí inmóvil debajo de él así que con manos trémulas tomó también el borde de la camisa de él y tiró con fuerza hacia arriba, Jamie se separó y la ayudó a sacársela arrojándola por el borde de la cama, ella miró su pecho desnudo, lo había visto así muchas veces pero no dejaba de quitarle el aliento.
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Siempre es posible | Jamie y Dakota
FanfictionJamie ha cuidado de Dakota desde el momento que dio sus primeros pasos, siempre ha sido así hasta el momento que decidió enlistarse en el ejército y alejarse de Gatesville; ahora las circunstancias son difíciles y a él solo le resta pedirle ayuda a...