Quedaban 35 minutos para coger el autobús y aún no estaba ni vestido, me he vuelto ha quedar dormido, gracias a dios que la estación esta enfrente de mi casa. Me pongo mis pantalones y camiseta corriendo, me alegro en este momento de haber cerrado la maleta anoche que sino no hubiese llegado ni de coña. Salgo de mi habitación y veo a mi madre y hermana sentadas en la mesa de la cocina desayunando.
-¿Porque no me habéis despertado?- digo con un poquito de rabia, ya que ahora no tenia tiempo ni de respirar
-Agoney ya eres bastante mayorcito para apañartelas tu solo cariño- dice mi hermana riendo
Cojo unas galletas del armario y me despido de mi hermana con un abrazo, echare de menos todas las peleas que tenemos pero bueno no sera mucho tiempo. Mi madre no dice nada, me doy cuenta que esta un poco emocionada y le prometo que la llamare cada día durante estos dos meses que estaré fuera. Y por ultimo me despido de mi perrita que sigue en la cama, nadie se imagina cuanto la echare de menos.
-Adiós! os echare muchísimo de menos- digo con un poco de tristeza, pero es que soy demasiado dramático, solo me voy dos meses y me despido como si no las fuera a ver nunca mas.
-Llámanos todos los días ¿entendido agoney?-dice mi madre
-Si mama, si-
Abro la puerta y salgo corriendo hacia la estación ya que solo me quedan 15 minutos. En 10 ya estoy subido en el autobús esperando a que arranque. Hay bastantes personas, de todas las edades, me pregunto cual de ellas ira al mismo sitio que yo.
Me dirijo hacia una academia de música, así la quieren llamar pero es como un campamento donde intentare aprender todo lo que pueda sobre mi voz, ademas hay distintas clases para todo lo relacionado con poder ser un cantante. Ese es mi sueño desde pequeño ya que alguien me enseño todo lo que supo y más, unos días me levanto con que debería luchar por ese sueño y otros con que es la mayor estupidez del mundo.
Nunca he sabido que hacer con mi vida, muchas noches me siento en la cama pensando que mi vida es una mierda. Es verdad y yo lo se, que mi familia me quiere y siempre me apoyara, pero ellos siempre están ocupados con su trabajo, vamos que tienen sus propias preocupaciones y yo no puedo decirles nada, no quiero que tengan uno más.
Estudio en la universidad algo que no me gusta, la gente me pregunta muchas veces porque no la dejo sino me gusta y siempre les contesto que es complicado. Estoy en el tercer año aunque tengo asignaturas de todos los cursos aún, le prometí a alguien que la terminaría y lo pienso hacer aunque me cueste mas años.
Tengo amigos y se preocupan de mi y se que si les dijera algo me ayudarían en lo que fuera, pero me cuesta tanto expresar todo, por eso desde hace un tiempo nos hemos alejado un poco. Algunas veces quedo con ellos para poder hablar y explicarles cosas pero me pongo delante suyo y se me crea un nudo en la garganta y simplemente no puedo decir nada y hago todo lo posible para cambiar de conversación. No se dan cuenta de lo que pasa, tampoco es culpa suya, ellos tienen su vida, sus estudios, sus parejas, sus cosas pero es que hay días que yo ya no puedo mas y no se que hacer.
En el tema de amor, puff no se ni que es ese tema. Nunca he tenido pareja, si que he estado digamos con algún chico alguna noche pero nada que fuera a más. Tampoco creo mucho en el amor, ni siquiera quiero ahora mismo un novio. Pienso que en el mundo solo hay una persona para ti, que muchas te pueden hacer felices pero solo hay una que te volverá loco, para ser una persona que no cree en el amor soy demasiado romántico, ni para eso me pongo de acuerdo conmigo mismo.
Bueno en resumen que estaba muy perdido y que no sabia ni por donde tirar. Por eso un día encontré un folleto que me hablaba sobre está academia y por una vez en mi vida decidí ser valiente y luchar por mi sueño. Esta academia seria la que me ayudaría a decidir si seguía luchado o me olvidaría de cantar para siempre.
Y ya estaba, el conductor anunciaba la parada y me tenia que bajar. Conmigo se bajaron un chico y dos chicas más. Al bajar lo primero que vi era un tablón enorme con una flecha, la cual señalaba el camino hacía la academia. Ese sitio era precioso había por un lado unas cabañitas pequeñas donde supongo que dormirían los alumnos y por otro unas mas grandes donde se realizaran las clases digo yo, y en medio un cabaña que ponía Recepción y allí es donde entre. Les dije mi nombre y me dieron una llave para poder ir a mi cabaña.
Salí de recepción y me fui hacia la cabaña 27, la recepcionista antes me dijo que tendría un compañero, solo espero no tener ningún problema con el y que sea majo.
Abrí la puerta y allí estaba el, sentado en la cama de abajo de la litera. Era un chico bastante atractivo pero parecía mas mayor que yo.
-Hola- dice bastante emocionado -soy ricky encantado de conocerte, me da que pasaremos estos dos meses juntos-
-Hola, soy agoney, encantado- le digo, bueno por ahora me parece bastante majo.
-¿Es tu primer año verdad?- me pregunta
-Si-
-Si quieres te enseño un poco de todo esto, y esta noche en la fiesta de bienvenida te presento a toda la gente que supongo que ahora no habrán llegado ni la mitad- dice y yo acepto encantado. Por ahora parece que este tal ricky me va a caer bien. Así que salimos y me enseño todas las zonas y ese lugar cada vez me parecía más y más hermoso, tenia de todo por un lado había un bosque que seguro que si me metía yo solo, no saldría jamas y por otro lado tenia un lago que parecía de película.
Por primera vez en la vida esta feliz con mi decisión de venir aquí.
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El Principio Del Fin
RomanceSabéis esa sensación de no pertenecer a ningún sitio, no saber que hacer con tu vida. Hasta un día, que llega el y convierte tu vida en un puñetero huracán, que si antes no sabias que hacer pues ahora mucho menos. Aquí os cuento que significa para...