Capítulo 5

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La mañana siguiente trascurría con normalidad, menos por el echo de que Raoul no se presentó a ninguna clase. Sabía que no debía preguntar, pero aun no entiendo porque lo hice.

-Ricky ¿porque no ha venido hoy a las clases Raoul?-

-No se, tendrá sus cosas supongo- responde, -¿Porqué te interesa?

-No me interesa, solamente era curiosidad- digo

-Sabes que la curiosidad mato al gato-

-Cállate-

Ricky se ríe y sale de la cabaña para ir a ver a su nuevo noviecito , que la verdad es que hacen buena pareja.

Yo me quedo un rato en la cama pensando en todo y nada a la vez. Aprovecho para llamar a mi familia y les cuento un poco como me han ido estas dos semanas y que estoy contento con la decisión que tome al venir aquí. También empleo el tiempecillo este que tengo para seguir ensayando, hasta que no pude más y decidí ir a dar una vuelta.

Salí a caminar y se me ocurrió ir a la cabaña de Mimi y Nerea, en unos minutos llegue y toque la puerta, me abrió Mimi vestida con un curioso pijama, que imagino que es un unicornio.

-¡Agoney!- grita Mimi

-Hola- digo -¿Que hacéis?

-Nada interesante, ¿tu?-

-Pues venia a veros, que Ricky me ha abandonado y no sabía que hacer-

-¡Que dramático!- dice Nerea y nos reímos los tres

-Si queréis podemos ver una película- continua diciendo Mimi

-Vale-

Así que eso hicimos, pusimos una película de comedia y la vimos los tres comiendo regalices y patatas que tenía Nerea escondidos.

Cuando terminó la peli, me despedí de las chicas y me fui. El camino hasta mi cabaña era corto, pero a medio trayecto vi a Raoul sentado en un banco por donde tenía que pasar yo. No sabía que hacer, no me podía dar la vuelta ya que seguramente me habría visto así que decide continuar y hacer lo que solamente los idiotas hacen, cogí mi móvil disimulando que lo miraba mientras caminaba y hacía como que a el no lo había visto. Rezaba para que no me dijera nada, pero claramente no tuve esa suerte.

-¡Ey! Agoney- me dice

-Hola- le digo un poco cortado mientras me paró a unos pocos pasos de él

-¿Qué tal?- me pregunta mientras se levanta-

-Bien-

-¿Te apetece dar una vuelta?-. No sabía que contestar, no había mantenido nunca una conversación normal con el, pero asentí y empezamos a caminar.

-¿Porque no has ido a clase hoy?- me atreví a preguntar

-¿Me echaste de menos, Agoney?-dice mirándome con una sonrisa.

-No, la verdad es que no- respondo

-Pues que pena...-me dice mientras me pone morritos. Gesto que a mi cuerpo no le paso desapercibido

-No, enserio ¿porque has faltado?- insisto

-Tenía cosas que hacer fuera de aquí- me dijo

-Sino podemos salir de aquí ¿No?-

-Tengo contactos- me dice guiñándome un ojo -Un día te llevare a un lugar fuera de aquí-

-Lo que tu digas- contestó como si no me hubiese dado cuenta de lo que ha dicho. -Bueno, creo que me voy a ir a dormir, ya que es tarde-

-Te acompaño hasta la cabaña- dice Raoul y eso hizo, el camino no fue largo pero ninguno de los dos habló, pero tampoco se me hizo incomodo, fue raro pero agradable a la vez.

Llegamos a mi cabaña y abrí la puerta con un poco de dificultad ya que estaba oscuro.

-¿No está Ricky?- pregunta Raoul

-No, creo que aún estará con su ligue-

-¿Con su ligue?-

-Si-

-Así que... no estáis juntos- continua diciendo

-¡No! ya te dije que no- le dije

-Vale, vale solo era curiosidad- dice

-La curiosidad mató al gato- repito exactamente lo que Ricky me dijo esta mañana

-Ya, pero el gato murió sabiendo. Prefiero arriesgar y darme el golpe como el pobre gato que quedarme con las ganas- dice mientras se da la vuelta y se despide. -Buenas noches Ago-

-Buenas noches Raoul- contestó mirando como se va y entró en la cabaña

Mientras me preparó para meterme en la cama, le doy vueltas a la forma en la que Raoul me había llamado. Hace muchísimos años que nadie me llamaba Ago, es mas tuve que prohibirle a mi familia que me llamara así porque me dolía mucho escucharlo de sus bocas y no escucharlo de esa persona que tanto echaba de menos.

Por eso me quede un poco de piedra cuando se lo escuche decir a Raoul, pero lo que más me sorprendió es que no me molesto tanto como pensaba sino que sentí una sensación rara en el estomago, que hasta podría llegar a gustarme.

Al día siguiente me levante un poco nervioso, ya que hoy era viernes y teníamos la actuación en la cual me sentía bastante preparado para hacerla pero nunca se sabe lo que puede ir mal.

De repente Ricky entra en la cabaña.

-¡¿No has dormido aquí?!- preguntó yo con los ojos muy abiertos, es verdad que cuando me acosté el aún no estaba , pero no sabía que ni iba a venir

-Perdón, me entretuve un poco- dice

-Mejor no pregunto ¿verdad?- digo riendo. -¡Pero la próxima vez podrías avisar por lo menos!

-Deberías saber que en esos momentos lo último que se me viene a la cabeza es avisarte- contesta

-¡Pues que te venga!-

-Cuando te pase a ti, también te echare la bronca amiguito, ¡que lo sepas!-

-Tranquilo, yo no pasare ninguna noche fuera de mi cabaña- respondo convencido

-Dime eso dentro de un par de semanas- dice Ricky

-¿Qué?-

-Nada, nada, que me voy a duchar-

Después de esa pequeña conversación, Ricky y yo terminamos de prepararnos y fuimos directos a clases, en las cuales todos estuvimos repasando y ensayando nuestros temas para está noche.



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