Capítulo 15

812 64 4
                                    

Los días pasaron bastante rápido, no pasó nada emocionante, todos estábamos muy nerviosos y expectantes de las actuaciones que teníamos que hacer, iban a valorarnos y a observarnos con lupa así que teníamos que brillar y hacerlo lo mejor posible.

Y hoy era ese día, hasta el mismísimo Ricky estaba nervioso.

- ¡Deja de comerte las uñas capullo, que me estas poniendo malo! - le grito a Ricky

-Oye déjame en paz, que tú lo hagas de puta madre no significa que todos lo hagamos igual-

- ¿Pero tú que narices te has fumao? –

-La partitura de reggaetón lento- contesta súper serio

- ¿Qué? - respondo mientras empezamos a descojonarnos a la vez durante minutos y minutos.

Por eso quiero tanto a Ricky, cuando menos te lo esperar, aunque el este mal siempre te saca una sonrisa y te alegra el día.

Quedaban pocas horas para actuar, así que Ricky y yo decidimos relajarnos un rato y al sabelotodo se le ocurrió la idea de hacer yoga asiqué nos sentamos los dos en el suelo en posición de buda hasta que se me durmió el culo y me tuve que levantar.

Después de un rato nos comenzamos a vestir, me puse unos pantalones blancos con una camiseta negra y blanca, estaba un poco simple para mi gusto, pero ya iba a destacar Ricky con sus lentejuelas como para ponerme yo también algo extravagante.

Cuando llegamos a la sala de actuaciones, esta estaba casi llena. Todas las personas estaban rodeando el escenario, ya iba a empezar la noche y los nervios empezaban a correr por mi cuerpo.

La primera en subir fue una chica rubia muy bajita que canto "Stone Cold" como los ángeles, seguida de una morena clavando "Cenizas", en ese momento me di cuenta del nivelazo que había, de lo pequeñito que me hacía pensando que nunca llegaría a nada, de que no sería capaz y seguramente hubiese huido de ese sitio sino hubiese sido en ese momento en el cual una mano se colocó en mi hombro en forma de caricia.

- ¿Nervioso? –

-Raoul- digo casi en un susurro

-Hola-

-Hola, veo que sigues vivo, ya pensaba denunciar tu desaparición rubito-

-Que gracioso te pones cuanto me echas tanto de menos-

-Eso será...-

-Agoney ¿estás bien? – me pregunta clavando su mirada en el tic nervioso de mis piernas

-Si-

-No te lo crees ni tú, dime que pasa- insiste

- ¿Por qué debería decir nada? No es que tu cuentes mucho- le respondo tenso y supongo que algo cabreado

-Ago...-

-Perdón, no es el momento para decir eso, lo siento. Solo estoy nervioso por la actuación, aquí hay mucho nivel y dudo que pueda hacerlo igual que los demás, yo no sé si tengo ese don que veo en todos.

- ¡Tú eres tonto! - me grita

- ¡Raoul! –

-Escucha bien Agoney porque lo diré solo una vez y si mañana me preguntas lo negare. De aquí, de esta sala, mírala bien, te puedo asegurar que el que tiene el don o como tú quieras llamarlo, eres tú. Eres increíble sobre el escenario y también fuera, así que déjate de putas estupideces y confía en ti porque eres el mejor de aquí y ni si quiera te tienes que esforzar para eso-

-Raoul...- intento decir, aunque me pasaban tantas cosas por la cabeza después de lo que Raoul me dijo, no me salía nada por la boca

-Cállate, ahora me voy que es mi turno y escucha bien mi canción ¿vale? – asiento y Raoul se va hacia el escenario, seguía estando un poco en shock así que me dispuse a escuchar a mi pequeño rubito.

El Principio Del FinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora