Capítulo 12

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-Buenos días amiguito- dice Ricky susurrándome a la oreja

- ¿Qué quieres? Hoy no tenemos ninguna clase, déjame dormir-

- ¿Por qué tan cansado? ¿Qué hiciste anoche pillín? – me pregunta Ricky metiéndose en mi cama, para molestarme básicamente

-Ni me recuerdes lo de anoche...- digo suspirando

- ¿Qué paso? – insiste

-Digamos que discutimos-

- ¿Por qué? -

-Si no recuerdo mal, empezó cuando le pregunte porque faltaba tanto estos últimos días y supongo que continuo cuando me dijo que como yo tenía miles...- le explico

-Sois tan idiotas los dos-

- ¿Yo?, me dijiste que si tenía curiosidad le preguntara, si no quería contestarme pues vale, pero tampoco me voy a quedar callado si me contesta de ese modo-

- ¿Has pensado que a lo mejor es un tema difícil para él? - me dice Ricky

-Joder Ricky estoy harto de tanto misterio, a tomar por culo Raoul ya no quiero saber nada más y ahora me voy... no se... a hacer algo producente con mi vida- digo levantándome de la cama

-Lo de no querer saber nada de Raoul, no te lo crees ni tu-

-Que sí, que después de lo de ayer, después de la mirada que me puso al abrirme la puerta para irme no quiero saber nada-

-Entonces, si te dijera lo que le pasa, ¿no lo querías saber no? -

-No me lo contarías-

- ¿Y si lo hiciera? – dice Ricky y yo ni siquiera le contesto porque él sabe perfectamente mi respuesta –Ves, te lo dije, el pequeño Agoney esta pilladisimo-

-Calla y déjame – respondo pensativo

-Vale, por ahora. Por cierto ¿por la noche te vienes un rato al lago? Iremos todos a hablar y ver anochecer

-Vale

Después de eso Ricky se vistió y salió de la cabaña en dirección a ensayar y supongo que ver a Kibo. Yo me quedé en la cabaña y decidí llamar a mi hermana, es verdad que la llamaba bastante a menudo, pero menos de lo que les había prometido.

-Hola, hermanita-

-Hola, Agoney ¿Qué tal? Te echo de menos hermanito-

-Yo también muchísimo, echo de menos nuestras charlitas antes de dormir-

-Bueno ya queda menos para besuquearte entero y cuéntame que tal por ahí- me pregunta mi hermanita

-Bien la verdad, estoy aprendiendo muchísimo y creo que he mejorado muchísimo sobre todo mi técnica vocal- le digo

-Jo, como me alegro y ¿qué tal esta Ricky? –

-Muy bien, la verdad es que le he cogido cariño al tonto ese- digo riendo

-Espero que después de esto sigas luchando por tu sueño hermanito, porque estoy segura que llegaras muy lejos-

-Te quiero

-Yo más-

Después de hablar con mi hermanita me sentí ilusionado, ya sabía que fuera la que fuera mi decisión mi familia la aceptaría y me apoyaría, pero cada vez que me dicen que confían en mí, confían en lo que hago me hace sentir pleno y con ganas de trabajar más y más.

Unas pocas horas después vinieron Mimi y Ricky a buscarme para ir a dar una vuelta y ver anochecer con la gente de clase. Ambos estaban muy contentos si es que juntos eran como un huracán, no te podías parar de reír con ellos, parecían borrachos aun sin gota de alcohol en sangre.

El Principio Del FinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora