Capítulo 4

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Al llegar al campo, aparqué a unos pocos metros, así que mientras llegábamos intenté sacar conversación:

-No tienes pinta de ser una chica que juegue al fútbol.

-No sabes nada de mí Austin, sólo el nombre -Dijo en un tono pícaro.

-¿Y por qué no me cuentas todo lo que creas que debe importarme?

-Porque si lo hago ahora mismo no te podría dejar sólo y comiéndote la cabeza -Se acercó para darme un beso en la mejilla y caminó con un gran movimiento de caderas hacia el vestuario de chicas.

Unas voces me sacaron de mi ensimismamiento:

-Hey bro, ¿Qué te pasa? Vamos al vestuario -El dueño de esa voz me cogió por los hombros y me trajo al mundo real para que empezara a caminar.

-N-nada -Dije sin saber muy bien qué decir ni cómo contestar.

-¿Qué hacías con esa chica? -Preguntó otro, Luke.

-Es que no tenía quién la trajera al entrenamiento y le dije que yo la podía acercar, no me costaba ningún trabajo.

-Wow, pero si esa es la famosa capitana del equipo de las chicas, Demi Lovato -Intervino Calum.

-¿Ah, qué es la capitana?  -Dije con cara de embobado.

-Sí.

-Pues no sabía nada.

-Tú nunca sabes nada bro -Me dijo Ashton mientras me apretaba más en los hombros. Vamos dentro a cambiarnos, que si no nos cae bronca, ya lo sabéis.

Todos asentimos y pasamos al vestuario a cambiarnos. Entre risas nos pusimos la ropa y nos pusimos en un círculo con Michael en el centro, que nos mandó a hacer diferentes actividades durante una hora.

Al lado del nuestro, se encontraba el campo de las chicas, que me distraía bastante, como nunca. Demi era la que dirigía al resto de chicas, parece ser que no tenían entrenadora, o al menos no se encontraba presente. Una palmada en el hombro me hizo que me volviera a centrar en dar vueltas al campo durante unos minutos:

-Tío, que la vas a gastar.

-No Calum, estaba mirando que ellas no tienen entrenadora.

-Nunca tienen, Demi aparte de ser la capitana les entrena, y les va bastante bien, en la liga van las primeras con mucha diferencia del resto.

-Ni idea.

-Venga, deja de distraerte y sigue a lo tuyo.

Asentí, pero me volvió a tocar el hombro para decirme algo:

-¿Con ella no estuviste ayer?

-Ah, no. Sólo la conocí ayer, pero se tuvo que ir muy pronto.

-Es que sus amigas no dijeron quien era, por eso sé todo lo que he dicho.

-Ahora tiene sentido -Reí.

Seguimos con el entrenamiento durante el tiempo restante. Con distracciones incluídas, por supuesto. Al acabar fuimos al vestuario y entre risas, música de fondo y bromas, pude ducharme y ponerme la ropa limpia para luego salir y dirigirme al coche, cuando alguien me nombró e interrumpió mis pasos:

-¿Tienes algo que hacer esta noche Austin?

-Sí, ¿Por?

-Ah, entonces nada -Sonrió. Ya nos veremos.

Le hice un gesto y ya sí me dirigí hacia el coche para ir a mi casa. Al llegar coloqué la bolsa que me había llevado y me tumbé en el sofá un rato. Cuando descansé lo suficiente me puse otro tipo de ropa más adecuado para una fiesta, para no destacar en la dirección que me había dado Justin y opté por una camisa blanca, unos vaqueros y unas vans negras, y el pelo despeinado. Cogí las llaves del coche que había dejado en un pequeño mueble que se encontraba al lado de la puerta y fui al coche.

Puse mi emisora favorita y busqué en el móvil para ir a esa dirección sin problemas. No me costó mucho encontrarla. Cuando llegué a donde marcaba mi móvil, pude ver un solar deshabitado y con pinta de abandonado. Se escuchaba música de fondo, me acerqué y di unos leves toques en la puerta con los nudillos. En menos de que yo acabara de hacerlo, Justin me abrió la puerta:

-Muy puntual bro, así me gusta, ¿Tienes lo que te pedí?

-Sí, lo tengo todo -Respondí cogiendo todo lo que había traído del bolsillo y entregándoselo.

-Confío en ti y en que esté todo, muchas gracias -Me dio otro sobre, que por el bulto contenía la misma cantidad que el que me había dado por la mañana.

-Lo está, no te preocupes. Disfrutar de la fiesta -Sonreí.

-Puedes quedarte si quieres, eres de confianza.

-¿Seguro? No quiero molestar ni joder el rollo.

-Tranquilo, no lo harás -Me sonrió a través de sus gafas y me dejó un pequeño hueco para que pudiera pasar.

Por dentro había como 20 personas, pero cada una a su rollo, aunque todos con una copa en sus manos. Unos hablaban, otros fumaban, otros simplemente bebían como si no hubiera mañana, otros hacían intentos de bailar..

Me acerqué a donde estaban las bebidas y me puse un poco de vodka negro y un poco de limón en un vaso de tubo que pude coger al lado de las botellas. Me puse más o menos en el centro para divisar grupos de chicas, y encontré uno, pero alguien me agarró del cuello de la camisa y me impidió ir hacia ellas:

-Tú, hijo de puta, ¿Qué haces aquí? Te dije que no quería volver a verte en mi puta vida, así que tardas en salir de aquí, es una fiesta privada. Y créeme, no es para tipos como tú.

Me giré y pude ver aquel rostro que conocía tan bien, aquel que me había creado tantas pesadillas, aquellos ojos que al mirarme recobraban el miedo interno que tenía, porque parecía que me mataba con la mirada. Seguía igual que la última vez que lo vi, excepto porque tenía barba de dos o tres días y era un poco más alto, pero su expresión era exactamente igual, y su forma de vestir era la misma. Llevaba una chaqueta de cuero, unos pantalones vaqueros y unas supras negras, y esto, con una copa en su mano derecha, que por su expresión, en cualquier momento podría caer sobre mí.

Mi mundo es así {Austin Mahone}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora