Capítulo 11

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Al salir por aquellas puertas acompañado por un guardia que me pisaba los talones, la luz del sol que estaba a punto de desaparecer por unas horas, me cegó. Me quedé un rato allí plantado, hasta que pude orientarme bien e ir hacia mi casa.

Fue un camino que ni se hizo largo ni corto. En mi ropa tampoco tenía la habitual cajetilla que siempre me acompañaba a cualquier sitio que fuera, así que saqué mi móvil un momento, le conecté los auriculares y fui a buscar entre mis canciones. Me puse cada uno de los auriculares en el oído correspondiente y me relajé bajo el sonido de "Amnesia" seguido de otras canciones hasta que pude llegar a la puerta de mi casa.

Poco antes de llegar saqué el móvil de nuevo pero no para cambiar de canción ni nada parecido, lo desbloqueé y agregué aquel número que Cher me había proporcionado, cuando lo hice, abrí WhatsApp para buscar entre mis contactos y abrir su conversación:

-Hola guapa, soy Austin. Cuando salgas respóndeme y quedamos -Esto seguido de un emoticono con un guiño.

A lo mejor había sido un poco raro que ahora fuera tan amable y en cierto tono lanzado con ella, pero me daba igual.

Guardé mi móvil en el bolsillo que correspondía y a los pocos pasos pude ver mi casa, allí se encontraba mi abuela, sentada en el portal, con unas bolsas a su lado. Derrumbada, decepcionada quizás, completamente desencajada. Me quité los auriculares, que todavía llevaba puestos en mis oídos y corrí lo más rápido que pude para hacerme un hueco a su lado y proporcionarle un abrazo que la tranquilizara, o al menos intentarlo:

-Lo siento abuela -Dije con la voz entrecortada.

-No te preocupes Austin. Pero no quiero que este tipo de visitas vayan a más.. Tienes que cambiar tu vida.. -Dijo abrazándome con una firmeza y una necesidad que nunca había visto en ella.

-Lo haré.. Pero, ¿Cómo? -Dije apartándome despacio y mirándole a los ojos con una mirada que ni siquiera yo sabía qué quería transmitir, lo único que sabía es que en pocos segundos unas cuantas lágrimas iban a resbalar por mis mejillas.

-De momento no lo sé. Pero lo principal ahora mismo es que te centres en tu futuro para acabar saliendo y apartándote de ese mundo poco a poco.

-¿Me ayudarás a hacerlo? -Dije en un tono suplicante.

-Por supuesto. Pero ya sabes que vas a tener que poner mucho de tu parte -Forzó una sonrisa que me dedicó atentamente.

Me levanté para invitarla a entrar. Cuando conseguí abrir la puerta encontré todas las cosas del salón revueltas, y cuando di un vistazo a las habitaciones también estaban más o menos del mismo estilo.

Mi abuela se ofreció para ayudarme a recoger, y aunque yo insistiera en que no era necesario, que ya lo haría yo despacio y en otro momento. Lo hicimos entre los dos hasta que la casa volvió a ser la que era.

Mientras recogíamos, mi abuela logró sacarme grandes sonrisas recordándome momentos de cuando era pequeño, de cuando podía ser feliz, de cuando no había nada en lo que meterme ni de lo que salir. Pero tenía que aceptar, y cuanto antes mejor, que esos adorables tiempos ya nunca vuelven, es pasado, igual que aquella vida que había tenido hasta hace menos de un día.

Mi abuela me había dicho que me centrara en el futuro. Pero, ¿Qué tipo de futuro? ¿Ese de tener hijos y una familia? Era demasiado joven, tenía que disfrutar y no atarme a eso, ¿Buscar trabajo? Con la paga que me había quedado por estar en aquel centro tenía para vivir yo solo de sobra, así que no sabía muy bien a qué tipo de futuro se refería, era mejor preguntar:

-¿A qué futuro te refieres abuela? -Dije acercándome a ella.

-Al tuyo, ¿A cuál va a ser?

-Ya sé que al mío, pero no entiendo tu concepto de futuro.

Mi mundo es así {Austin Mahone}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora