Capítulo 30

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Me giré para verlos y Demi no paraba de abrazar a Jack, el cual se retorcía como podía en el ring, pero un sonido llamó mi atención, y al girarme pude ver a Cher siendo abrazada por el cuello por Cameron, me acerqué para ayudarla pero sacó una pistola de su bolsillo y me apuntó indicando que no me acercara más:

-Da un paso más y le vuelo la cabeza a tu querida Cher -Su tono asqueroso daban ganas de todo menos de aguantarle un segundo más, acercó más la pistola a Cher.

Justin se acercó a mi lado y me pasó una pistola que llevaba en sus pantalones. La apreté con fuerza, sin dejar de mirar a Cameron:

-Si crees que me vas a asustar con eso vas listo Mahone -Acercó más a Cher a él.

-No pretendo asustarte, solo digo que como no la sueltes la voy a acabar usando, así que tú decides -La apreté más fuerte todavía.

Soltó una carcajada que despertó de nuevo mi ira hacia él:

-No has matado a nadie en tu vida, y dudo que yo tenga el honor de ser el primero Mahone.

Todos me miraban atentos, esperando que no hiciera lo que pensaban. Los ojos de Cher suplicaban que bajara la pistola, pero no lo hice:

-Venga, no pienso esperar a ver cómo un niñato pierde su tiempo con una pistola en la mano cuando sé que no va a disparar -Se giró sin soltar a Cher para irse, pero apreté el gatillo y una bala impactó en el centro de su espalda.

Cameron cayó al suelo, de golpe, al igual que mi pistola. Cher corrió a abrazar a Alex. El resto de gente que estaban en el suelo comenzaron a levantarse como podían e ir a ayudar a Cameron aunque no pudieran hacer nada. Demi simplemente estaba con Jack encima del ring, pero me miraba con los ojos llorosos y salió corriendo.

Yo estaba allí, parado, sin saber qué hacer, simplemente miraba hacia la pistola que estaba en el suelo en estado de shock, hasta que unos brazos que jamás me habían abrazado lo hicieron, era Justin. Y creo que debió de tardar mucho en hacerlo, porque cuando volví al planeta tierra ya sólo quedábamos él y yo.

Me miró indicando que saliéramos y nos montamos en el coche. Me trajo a casa. Necesitaba meterme bajo el agua y que los chorros cayeran por mi piel, me sentía demasiado mal, por mucho que frotara era como si ese sentimiento jamás se fuera, era insoportable..

Salí de la ducha, pero todo era como si fuese una rutina que tenía que seguir como si fuera un robot y alguien me guiase, no estaba en este planeta, estaba claro. El sonido del timbre me sacó algo de mis pensamientos o lo que fuera eso y fui a abrir. Ante mí tenía a mi abuela, parecía preocupada:

-Austin.. -Dijo en un hilo de voz.

Me lancé a sus brazos sin articular palabra, sólo necesitaba que me abrazaran, nada más, y aún así eso tampoco me dio la paz que necesitaba. Mira que he hecho cosas horribles y nunca me he sentido mal, pero esto creo que lo superaba con mucho.. Mi abuela se separó de mí para mirarme un instante a los ojos, cogerme de la mano y sentarme a su lado en el sofá:

-Mira Austin -Cogió aire para después hablar lo más calmada que podía-. Yo sé que esto no ha sido fácil para ti. Te preguntarás cómo lo sé, nos lo ha dicho Demi. Pero te conozco y sé que ha sido por un buen motivo, pero tampoco voy a preguntarte cuál fue, no creo que tengas ganas de hablar de ello -Metió la mano en su bolsillo-. También venía a darte esto, ¿Recuerdas el contrato que te habían ofrecido en el Chelsea? He movido algunos hilos y he aceptado, así que este billete es para que vayas allí y actúes con naturalidad. Te vamos a echar mucho de menos, pero si te quedas aquí vas a correr peligro. En un rato vendrá mamá para despedirse de ti.

Miré aquel billete que me había dado, era la única solución de momento. Lo único malo es que saldría en todas las televisiones y los de Magcon sabrían de sobra donde encontrarme. Pero al menos allí tendría mucha más seguridad. Abracé a mi abuela con fuerza, la iba a echar demasiado de menos, y ella lo hizo con la misma intensidad. Me pareció un abrazo eterno pero cómodo, tanto que despertó aquellos sentimientos que desde hace rato pensé que iban a estar muertos para siempre. El timbre interrumpió aquel sentido abrazo, seguro que era mi madre. Y al ir a abrir no me equivoqué, era ella. La abracé como si no hubiera mañana bajo el umbral de la puerta y ella me correspondió de la misma forma:

-Estoy muy orgullosa de ti.. -Dijo sin dejar de sollozar.

¿Orgullosa? Creo que mi abuela simplemente había contado lo del contrato, pero mejor, demasiadas explicaciones habría que darle a mi madre. Se apartó de mí y me acarició la mejilla:

-Vete a preparar las maletas anda, que el avión va a salir en nada -Dijo intentando esbozar una sonrisa pero que solo hizo que otra lágrima cayera por sus mejillas.

Asentí y me fui a meter todo lo necesario en distintas maletas. Cuando lo hice le di un vistazo a toda la casa, la iba a echar de menos sin duda, pero era algo necesario. Mi madre y mi abuela me dieron un último abrazo y fuerte abrazo antes de que saliera por la puerta. Me fui a mi coche y fui hasta el aeropuerto con la radio encendida al máximo, no quería tiempo para pensar. Al llegar al aeropuerto hice todos los procedimientos necesarios para ir al avión. A pesar de mis antecendes nadie me impidió subirme, cosa que me alegró, no estaba para dar explicaciones o para pelearme, ahora sólo debía tener la mente en una cosa, en que Austin Carter Mahone de hoy en adelante, sería el nuevo fichaje promesa del Chelsea.

Mi mundo es así {Austin Mahone}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora