Survival plan [Fanfic CDM] [Armin x Sucrette]

Cap. 15 Mentiras no tan piadosas

< Maya >

-¿Crees que esto podría servirnos de algo?

Echo un vistazo a Corey y le veo sonriendo con una diadema medio rota de orejas de gato sobre la cabeza.

Me es imposible no reír.

-Dudo mucho que hacerte un cosplay de Neko vaya a servirnos mucho en un apocalipsis.

Arruga la nariz sin comprender y se quita la diadema.

-¿Un qué de qué?

Cierto, él no es Armin. No va a comprender mis estupideces frikis.

-Olvidalo. -Contesto, restandole importancia. Después continuo rebuscando entre los estantes.

Habíamos decidido hacer una pequeña escapada en busca de comida o cualquier trasto que nos pudiese ser útil en el futuro. Solo disponíamos de dos días antes de que el Coronel nos echase de la Academia, debíamos estar preparados para lo que nos venía. Una tienda abandonada fue nuestra mejor opción, con un poco de suerte lograríamos encontrar comida enlatada o algún arma, aunque lo segundo sería tener mucha suerte.

Agarro un par de paquetes de galletas y, para mi suerte, no están caducadas. Empiezo a meterlas a empujones en mis bolsillos y al levantar la vista, me percato de que Corey está recostado en una pared mirando a la nada. Sé que está triste. Aunque haya intentado hacer un par de bromas en lo que llevamos fuera, sé que no puede evitar pensar en su hermano pequeño.

Sinceramente no sé lo que se siente al tener hermanos, soy hija única. Pero sé como es perder a un ser querido. Al principio no te lo crees, piensas que es una broma y esperas que al siguiente día esté todo igual. Luego vienen las pesadillas, tus sueños empiezan a atormentarte con la viva imagen de la persona que no está y al despertarte ves que es real, que se ha ido para siempre. Acto seguido está la frustración, te cabreas con el mundo y te cuestionas porque te ha pasado a ti, porque no a otra persona. Entonces no puedes evitar estar hundido un largo tiempo. Finalmente está la aceptación, no te queda otra que asumir que se ha ido y continúas adelante, pero no sin tomarte el lujo de pensar en los buenos momentos de vez en cuando porque, aunque te saquen lágrimas al principio, llegará un momento en que simplemente sonreirás con tristeza y te sentirás la persona más afortunada del mundo por haber creado recuerdos tan bonitos con ese ser querido.

-¿Te encuentras bien? -Pregunto sin acercarme.

Corey pasa la manga por su rostro y se gira de inmediato, dedicándome una media sonrisa.

-Sí, no te preocupes. Es solo que... todo ha pasado muy deprisa.

Dejo todo lo que estoy haciendo y me acerco a él. Sus profundas ojeras se ven todavía más moradas de cerca, lleva el cabello rubio revuelto y la piel un poco manchada.

No le juzgo, yo debía verme igual o incluso peor.

-Cuando te conocí pensé que eras un capullo.

Mi confesión le deja confundido por uno segundos, pero al final estalla en una carcajada.

-¿Y eso por qué? -Pregunta sin dejar de reír, con un cierto tono ofendido.

Me encojo de hombros.

-Me dijiste que gritaba como una cabra y acto seguido me encerraste en una habitación.

Chista la lengua.

-¿Pensaste que era un capullo simplemente por decir la verdad? -Pregunta con malicia.

Le pego un golpe en el hombro y se cubre, empezamos a reír e intento propinarle otro pero me agarra de las muñecas.