Survival plan [Fanfic CDM] [Armin x Sucrette]

Cap: 12 No me la merezco

< Armin >

-Hey, ¿estás bien? -Nathaniel sostiene mis hombros, haciendo que frene en seco en medio de las escaleras. Ni siquiera sé cuánto rato llevo corriendo, o a dónde voy. Tengo la cabeza hecha un puto lío. -¿Por qué has salido corriendo? Evan tiene que contarte algo importante.

Frunzo el ceño, apartándome de él.

-¿Quién narices es Evan? 

-¡Armin! -Alexy aparece detrás de mí, con la respiración agitada y apoyando las manos sobre sus rodillas. Probablemente haya estado persiguiéndome desde que me choqué con él. -¿Cómo puedes correr tan rápido? ¡No has hecho ejercicio en tu vida!

-Es lo que tiene estar en un Apocalipsis zombie. -Explico, frotándome el rostro con ambas manos. Mi hermano suspira y comparte una extraña mirada con Nathaniel.

-Armin, ¿has hablado con Evan?

Otra vez ese nombre...

-¿Puede alguien decirme de una vez quién es ese Evan?

Y vuelven a mirarse. Están empezando a ponerme de los nervios.

-¿Hola? ¿Alguien me escucha? -Insisto, sacudiendo mi mano frente a ellos. Pero parece que no funciona, siguen sin contestar.

Doy media vuelta dispuesto a marcharme por otro lado, pero no llego ni a dar un solo paso cuando una voz más fría, adulta y ronca me detiene.

-Armin, yo soy Evan.

Giro sobre mis talones y me encuentro con un rostro totalmente desconocido, un chico de aproximadamente veinticinco años vestido de militar me observa con una sonrisa extrañamente amable expuesta en sus labios. Sin molestarme en disimular, le hago una revisión rápida de pies a cabeza y frunzo el ceño sin comprender una mierda.

-Ajá, ¿Y se puede saber quién mierda eres y qué quieres? -Respondo, sin ocultar mi enfado. Pero parece no molestarle en absoluto, deja escapar una leve risa y niega con la cabeza cruzando sus tonificados brazos.

-Algo me decía que tú ibas a ser el gemelo complicado. -Confiesa, haciendo que mi expresión confusa aumente el doble, si es que es posible. -Tal vez deberíamos sentarnos en la cafetería. -Propone, pasando un brazo por encima de los hombros de mi hermano. Le echo un vistazo en busca de alguna señal de incomodidad en su rostro, pero nada. Mi hermano se ve completamente tranquilo al lado de este tío. -Tenemos muchas cosas de las que hablar.

-¿Pero qué estás diciendo? -Pregunto, dedicándole una mirada de pocos amigos, después me dirijo a mi hermano. -¿Y tú por qué estás tan cómodo con este tío? Te recuerdo que forma parte de los gilipollas que casi nos matan. -Explico, formando una expresión de desagrado. -Estoy seguro que de que va a buscar el momento oportuno para intentarlo de nuevo.

-Error. -Interrumpe el tal Evan, negando con su dedo de manera prepotente. -Es cierto que formo parte de los militares de esta central junto a Kentin y su padre. Pero yo no quiero mataros, al contrario. De no ser por mí, ahora no serías más que un mísero muerto.

-Ya, seguro... -Contesto, dejando claro que no me creo nada. -¿Y se puede saber por qué se supone que me has salvado?

-No se supone, lo he hecho. -Saca un juego de llaves del bolsillo y me lo muestra, mirándome como si fuera un niño pequeño al que le intentas explicar la cosa más simple del mundo. -He sido yo quién te ha abierto la puerta, pero saliste disparado tan rápido del patio que seguramente ni te diste cuenta de quién era tu héroe.

Héroe dice... Héroe sólo existe uno: Link. Y que yo vea, este tío no es ni rubio ni va vestido con ropajes verdes.

-Fingamos que te creo... -Respondo, aún negado a aceptar que un tipo como este me sacase de allí. -¿Por qué lo harías?