Martes por la mañana, ¡que gran día!, noten él sarcasmo, como cada mañana hago mi rutina;Nada.
—¿Hola?.-Dije atendiendo el teléfono.
—Hola papá.
—Hey niño.-Sonreí.—¿Sucede algo?
—Solo quería recordarte que el Jueves es la ceremonia.
—¿Que ceremonia?.-Dije caminado hacia el refrigerador,Genial, está vacío.
—La ceremonia de graduación papá.-Suspiro.—Te lo dije hace un mes.
—Oh si claro ya recordé.-Mientes.—No te preocupes ahí estaré hijo.
—Recuerda que es a las 5 oh y recuerda que te sentaras a un lado de mamá.-Aunque no lo pueda ver sé que está sonriendo.
—No mames Dylan.-Bufé.—Tú madre me odia.
—Debe tener sus razones.-Río.—Adiós papá.
—Adiós Dylan.
Debe tener sus razones, pues claro que las tiene solo que no estoy listo para decir lo que hice en estos momentos, tal vez más adelante... cuando se sientan identificados con mi vida.
En un abrir y cerrar de ojos se pasaron los días y llego el hermoso jueves. Con una cerveza en la mano mire el reloj 4:49 P.M. mierda llegaría tarde, Me tome una ducha fría ( Ya que por razones obvias no tenía agua caliente por qué no la había pagado), Saliendo con el único traje formal que tenía camino hacia la parada de autobuses.
—"Debes reparar los 6 corazones rotos"
Ese pensamiento llego a mi cabeza, ¿Como rayos voy arreglar los 6 corazones rotos?; estaría más fácil si me hubieran dado un manual. Iba concentrado hablando conmigo mismo que no me di cuenta de lo que pasaba a mi alrededor y estuve por pisar a una señora que estaba sentada en el piso.
—¡Oye!.-Dijo la señora.—Fíjate por donde caminas.-Ese acento lo conocía.
20 años atrás
—Amigo lo qué haces está mal.-Dijo Aarón.
—Solo lo hago por diversión.
—¡chicos!.-Llego corriendo Adán.—Escuche qué hay dos chicas nuevas.
—Genial, Ganado fresco.-Dije moviendo mis cejas.
—Vienen de Rusia.-Suspiro
Salimos caminando al jardín de la escuela mientras Adán nos contaba sobre las chicas hasta que las vi.
—Ahí están.-Me golpeó el pecho Adán.
Eran extremadamente lindas, las dos tenían el cabello rojizo claro y ojos verdes.
—Sus nombres son Nadia y Janell.
—Disculpa.-Dijeron tras de mi.—¿Nos podrían ayudar?
—En que necesitas ayuda.-Le sonreí a la que traía una trenza.
—Estamos buscando el salón de física.
—Claro acompáñenme.-Me sitúe en medio de las dos y mire a la que tenía la trenza.—Hola linda.
—Ho..Hola.-Susurró.
—¿Como te llamas?
—Nadia.-Sus mejillas se pusieron rojas.
—Que lindo nombre.-Ella solo miro a otro lado con las mejillas rojas.
Juuum chica tímida.
Presente
—¿Nadia?.-Susurre.
—Oh no.-Dijo levantándose.—Aléjate de mi monstruo.-Salió corriendo.
—Nadia espera.-intente alcanzarla pero ya era demasiado tarde.
—"La chica tímida"
¿Será ella uno de los corazones que tengo que arreglar?, con la pregunta en mi cabeza seguí mi camino al colegio de Dylan; llegue tarde pero llegue que es lo que cuenta.
—Llegad tarde.-Dijo ___.
—Tuve...Unos problemas en casa.-Me miro, demonios amaba esos ojos.
—¿Que miras?.-Dijo frunciendo el ceño.
—Tus ojos.-Murmuré.—Aún sigo pensando que son los más hermosos del planeta.
—No caeré en tus juegos Shawn.
—Para el alumno con mejor promedio.-Dijo el director.—¡Dylan Mendes!
Nos levantamos a aplaudir y a celebrar, no podía creer que mi hijo se haya graduado de la universidad.
—¡Ese es mi hijo!.-Gritó con una sonrisa en mi cara.—¡__Nuestro hijo se graduó!
—Nuestro hijo se graduó.-Dijo dando brinquitos.
¿Por que rayos la tuve que haber engañado?;Suspire, era y es la mejor mujer que me supo comprender, siempre estuvo a mi lado y yo nunca lo estuve.
—Vayamos con Dylan.-Dijo agarrando sus cosas.
—Vamos.-Dije caminando tras de ella; Oh si, ahora recuerdo cómo fue que caí bajo su hechizo.—Dios mío que trasero.
—Deja de ver mi trasero pervertido.-Me miro.
—Lo siento es inevitable.-Me encogí de hombros.
—¡Mamá, Papá!.-Llego Dylan corriendo.—¡Me gradué!
Ambos lo abrazamos y besamos su cabeza, parecíamos una hermosa familia feliz.
—Esto tenemos que celebrarlo.-Dijo __.—Te llevaré a tu lugar favorito.
—¿Papá puede venir con nosotros?.-Murmuró.
—De acuerdo.-Sonrió ___.
Estupendo, tendré una cena con mi ex-Esposa.
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