Capítulo 6

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—Todo empezó el día en que Stiles se lastimó el dedo anular al intentar ayudarle a tejer a la tía Matilda

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—Todo empezó el día en que Stiles se lastimó el dedo anular al intentar ayudarle a tejer a la tía Matilda. —Ambos sonrieron viajando al inició de los problemas para el moreno.

Una tarde despejada y con sabor a hogar se hacía presente en la mansión Hale donde actualmente estaban los Stilinski, bueno Noah junto a su hijo Stiles, quienes cada día más parecían un Hale más para la manada.

Las sonrisas y el ambiente lleno de felicidad era esparcido por todo el lugar hasta llegar a la distancia de una castaña, la cual caminaba con lentitud, mostrando una sonrisa tan genuina que muy pocas veces a las personas que la miraban les parecia una sonrisa falsa, como lo era la misma castaña.

Sí, la gente del pueblo sabían que era malo tenerle odio a una chica de 15 años que vivia huérfana al cuidado de un hombre poco visto por el pueblo, pero algo en ella les pedía que la alejaran de su vida, de su estabilidad, cosa que un chico enamorado no había echo caso y ahora pagaría muy caro la advertencia que la Paige Krasikeva mantenía en su misma soledad.
La castaña de piel pálida detuvo abruptamente su andar al ver la felicidad en los rostros de la familia Hale, sintió celos, odio y repugnancia hacia ese ser que causaba algo que ella deseaba, al causante de la felicidad de la familia a la que ella añoraba pertenecer. Su locura gobernó, a pesar de su sacrificio por mantenerla a raya, cierto era que ya nada cambiaría, demostraría que ella era mejor que ese chiquillo que jugaba a la par que los pequeños de la mansión.

Stiles se encontraba tan despreocupado jugando con Cora y los demás niños que no eran conscientes que a pasos cortos de distancia de ellos, una persona en especial le sentenciaba una muerte dolorosa, un olvido palpante y nada reconfortante, lo que si sintió el castaño fue esa sensación de peligro que sentía cada vez que alguien amaemazaba a su familia.

La sangre brotó de su dedo poniendo a los lobos alerta mientras los menores huían a sus cuartos impidiendo que el magnifico olor de la sangre fresca los envolviera en la sensación de cacería instantante.

Derek dejó de platicar con su tío para correr al encuentro de su castaño viendo la clara pinchada que se cuaso con la aguja de tejer que su tía Matilda le había obsequiado.

Los labios del moreno arremetieron con el dedo pinchado y con gotas de sangre botando de el, para limpiar la herida —nada grave— del niño.
Stiles abrió sus ojitos miel al ver la acción despreocupada de su lobito, el niño soltó un gemido diminuto al sentir la sensación de la lengua del moreno rodear su dedo de una manera diferente a los besos que le daba su mamá, en aquellos días cuando se cortaba al intentar ayudarla a cocinar —lo cual hacía a la perfección— los demás abrieron los ojos al sentir la excitación en el cuerpo tanto del moreno como del castaño, aunque ciertamente en el niño el olor era menos que en el mayor, por otro lado Noah chillo al ver que su hijo se lastimó sin recaer en la cara de miedo de la manada.

D͟e͟s͟d͟e͟ E͟s͟e͟ M͟o͟m͟e͟n͟t͟o͟ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora