Capítulo 10

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-Vete

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-Vete. -La mirada del moreno era estrictamente la de una persona furiosa.

-No -los ojos del castaño se cristalizaban en demencia al mismo ritmo que su corazón latía con pesar.

-Vete -repitió el adolescente sin mirarlo.
-Lobi... -El porte del chico hizo que las palabras del niño se detuvieran en su garganta sin poder expulsarlas. -Dije que te fueras -gruñe Derek y el castaño por primera vez desde que lo conoció se sintió mal, sentía como su alma entera se partía y él no sabía el por que de la actitud de su lobito ¿Qué había echo? Eso y muchas cosas más pensaba el niño, al ver a su lobito actuar como una persona huraña.

-Ya no me quieres -el susurro del niño partió el corazón del moreno, pero su orgullo no lo dejó decir lo que realmente quería decir, sólo dijo lo que su orgullo sentía o mejor dicho su lado posesivo sentía. -Vete con Peter, a él si lo quieres, él es tu nuevo lobito, no se lo dijiste a él mismo, entonces vete, largate y llevate todas tus cosas contigo que no quiero ver nada de ti en mi habitación. -Derek estaba celoso.

Su ojos jade recuerdan el acontecimiento que vieron y se llenaron de furia, también se empañaron de dolor.

La tarde caía como manto en todo el condado de Beacon Hills, las aves se preparaban para dormir al igual que los demás animales y las creaciones nocturnas se alistaban para la prometedora caza.

A lo lejos, a unas diez millas de distancia, un moreno con la camiseta del equipo de basquetball caminaba tranquilo y con una sonrisa plasmada en su rostro, ese día había ganado el juego, lo que significaba que su niño le haría una cena especial junto a su madre, eso y el tener al niño en su casa eran las cosas que nunca quería dejar de tener.

Stiles era su vida, es su ancla, el ser que lo mantiene en su humanidad.

Derek siempre se imaginó tener un ancla por un sentimiento fuerte que muchas veces se puede obtener con facilidad, pero no imaginó que su ancla sería un niño de diez años, sí, Stiles la semana pasada había cumplido diez años de edad. No le hicieron una fiesta en grande como Melissa y Laura planeaban ya que el niño sólo quiso estar con su familia, con los Hale, los McCall y su padre.

Esa era la fiesta que le hicieron y que hizo feliz grandemente al castaño de ojos miel.

Derek no tocó la puerta, sólo entro a su hogar sin utilizar sus sentidos, se sentía tan tranquilo que deseaba que todo fuera sorpresa para él.

Es abrir y tener los brazos de su niño rodando su pierna, chillando de alegría porque volvía con triunfo a su hogar, pero nada de eso recibió el moreno.

Su corazón palpitaba, su garganta se secó y grave error al haber activado su instinto de lobo.

Escuchó claramente a su niño decir las palabras que perforaron su vida y las mismas que condenaron a su lobo a someterse en la tristeza.

-No llores Peter, eres mi lobito bonito y no quiero que llores.

Su niño, su Stiles, su novio -no oficial- lo engañaba con su tío, lo traicionó con su familia.

No lloró, no hizo escándalo, no hizo nada más que dejar sus cosas donde debían de ir, caminó por la sala sin mirar atrás y sin prestar atención a la voz alegre de su niño, de Stiles, simplemente subió las escaleras entrando a su habitación sin mencionarle nada del partido a Stiles.

Desde entonces Derek ignora a Stiles o eso era hasta hace dos semanas atrás ya que el día de hoy, el ojimiel pudo entrar a la habitación de su lobito, pero lo hizo para recibir las peores palabras que alguna vez escuchó.

Toda la manada miraba las escaleras sin dar crédito a nada, veían y no podían creer lo que sus ojos miraban.

Algunos sonriendo, otros miraban con ojos de incredulidad, pero Sandel tenía que saber como ocurría aquello. Qué sucedió para efectuarse aquello que sus ojos miraban.

Un sueño, su sueño se hacía real.

-Stiles, porqué estas arrastrando a Derek -la pregunta de Sandel sacó a todos de sus pensamientos para prestar atención a las palabras del niño mientras miraban el rostro sorprendido del moreno y sus brazos estaban cruzados.

Stiles por otro lado, se encogió de hombros y miró al adolescente que venía arrastrando desde la segunda planta hasta sala de estar donde toda la manada estaba, sin contestar nada, con dificultad abrió la puerta corrediza del loft, antes de salir del lugar y meterse con todo y moreno al ascensor la voz de Talia lo hizo que se detuviera. -A donde vas con mi hijo.

-Derek me dijo que me fuera y que me llevara todo lo que es mío. Él es mío. -Simples palabras y mucha posesión en las acciones.

Las mujeres de la manada miraron enternecidas la imagen de Stiles con mejillas infladas mientras las mejillas del moreno se coloreaban levemente en color rojo y la vergüenza se sentía en su cuerpo. Por otra parte los varones de la manada miraban sin decir nada, estáticos en sus lugares hasta que la puerta es abierta y cerrada en la misma sincronía en la que sus olfatos detectan un nuevo olor en su hogar.

Ahí estaba Peter Hale, sonriendo con timidez mostrando a un hombre joven de cabello claro y ojos azules más intensos que los del rubio cenizo.

Stiles sonrió, sin soltar a Derek de su agarre dijo unas palabras que volvieron en sí a todos en la manada incluyendo al lobo en el suelo. -Si vuelves hacer llorar a Peter, juro que hago tu cacería miserable -sentencia el niño directamente a Chris Argent.

-Un momento... Tú estabas consolando a Peter porque este idota cazador lo daño -las palabras salen del moreno, el cual no mueve nada de su cuerpo para pararce o salirse del agarre del niño.
El castaño sólo asiento sin despegar los ojos del cazador y Derek se siente estúpido, se siente un idota gobernado por sus celos. -Perdón, perdón, soy un tonto celoso, perdón -las lágrimas salen de sus ojos como torrenciales en otoño.

El niño lo suelta despacio, salta a su pecho -sin dañarlo- y queda dormido aspirando el aroma de su lobito, de su único lobito que ama con locura.

Todos en la sala sonríen con satisfacción al ver como Derek sonríe quedito y se duerme otra vez con el olor de su niño.

-Alguien me dira porque mi hijo esta en el suelo dormido con Derek -la voz del Sheriff resuena en toda la sala y por toda respuesta Cora dice -Posesión, celos, amor -esas palabras son la clave para que Noah le de una señal a Talia para subir a sus hijos al cuarto del mayor y que duerman lo que no durmieron en semanas.

Su primera pelea...
Su primera reconciliación...
Su primera maestra de amor...

Todos suspiran al saber que aún falta camino que recorrer y todos están preparados para vivirlos juntos.

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⭐⭐EDITANDO⭐⭐

Si por alguna cosa (de mi descuido) encuentran algún error ortográfico o en la trama, favor de comunicarlo para corregirlo.

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💋Wolfsbane se despide💋

D͟e͟s͟d͟e͟ E͟s͟e͟ M͟o͟m͟e͟n͟t͟o͟ ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora