D͟e͟s͟d͟e͟ E͟s͟e͟ M͟o͟m͟e͟n͟t͟o͟ ©

Capítulo 14

—Quién eres tú y qué haces tocando a mi niña. —Un hombre joven de unos 28 años de edad entra al loft junto a otro hombre un poco mayor que él.
Ambos hombres ven con celos el abrazo de una castaña hacía un rubio prepotente que la abraza con demasiado amor, incluso más amor que lo que ellos le podían dar a su cachorra. —¡Papá! —Malia reprende a sus padres adoptivos como cualquier adolescente conociendo a la parte infantil de sus padres. Por otro lado, Jordán mira a su hermana y después a los dos hombres con grata incredulidad, él no entendía como esos seres frente a él podían llamar niña a su hermana, al caso, ellos eran algo más para ella, para su dulce Malia. —¿Papá? —incredulidad, alivio y muchas más emociones invadieron de impacto el cuerpo del rubio.

Jordán se sentía tranquilo al saber que esos hombres eran padres adoptivos de su hermana, sentía una paz gratificante al saber que su hermana no estuvo sola ni mucho menos murió en aquel accidente automovilístico donde ciertamente creyó por años que solo él había sobrevivido.

—Sí, papá o papás. —Malia corre directo a sus padres y los toma de la mano al igual que le hace una señal muda a su hermana Allison para que se acercaran con ella y su único hermano de sangre. —Él es Peter Hale, mi papá, él me salvo del accidente, no te pudo salvar a ti porque no estabas, y nuestros padres estaban ya muertos —una lágrima corre el ojo izquierdo de la chica, sin embargo la tristeza es remplazada por la ansiedad y el deseo de tener a su familia con ella. —Él, es Chris Argent, el esposo de papá, se casaron por el civil y desde ese día soy la hija de ambos —el mencionado braza a la chica por el hombro trayéndola a su cuerpo, presionando cada parte rota de su alma para protegerla de las sombras de su pasado.
Chris conocía a su hija, la gran actriz que era para ocultar su dolor, ella no mostraba su debilidad a menos de que estuviera él o Stiles, ellos eran los únicos que sabían de lo realmente débil que era esa castaña de ojos café claros —ella es mi hermana, hija de Chris Argent. —la mencionada sólo mira profundamente al joven frente a ellos, el nerviosismo se apodera de Jordán al igual que Derek sonríe con satisfacción al ver como su amigo encontró a su hermana, o más bien, como su familia le devolvió una felicidad que no sabían que le pertenecía, sin duda alguna, después de eso, su amigo no se iría jamás de sus vidas, Derek deseaba que su amigo Jordán fuera testigo en su boda, él era una persona importante para él.

El moreno en él, en ese joven tímido encontró un apoyo con el cual no murió de la desesperación por no tener a su ojimiel.

Jordan siempre, cada vez que sentía lo ansioso de su amigo hablaba con Stiles por llamada telefónica o con la madre de éste para pedirles alguna cosa para calmar al lobo del moreno, desde ese segundo todos supieron que el chico era una gran persona y lo querían para siempre cercas de ellos, de su hijo y de su luna, él sería el perfecto segundo al mando para decisiones importantes de la manada. —Él es Jordán Parrish, mi hermano mayor.

—Tú eres ese chiquillo que buscamos por años, pero perdimos rastro de él en baja California.
—Sí, una familia de allí me encontraron a las afueras de New York, me auxiliaron y se hicieron cargo de mi, después me dieron a tomar mi vida aparte y por una extraña razón decidí entrar a la facultad de Los Ángeles, después, dos años después, conocí a Derek y tuve la dicha de afirmar que desde aquel segundo donde chocamos él me traería felicidad, no fallé en eso porque Derek trajo y sigue trayendo felicidad a mi vida. —El chico deja sus cosas y abraza como nunca antes abrazo a alguien, lo hace con ella, con su hermana pequeña.