Brendon se encontraba sentado en el centro de su cama con sus piernas cubiertas por una fina sábana, la ligera brisa de la mañana entraba por su ventana pero él no se movía de su posición.
No sabía que hora era, probablemente muy temprano para ir a la escuela aún pero había despertado hacía treinta minutos de todas formas.
Analizaba las posibilidades y variables que podrían ocurrir en su vida entorno a lo sucedido con Dallon, tal vez ni siquiera pasaría algo. O si pasaría y todo se volvería raro.
Estaba amaneciendo cuando decidió levantarse de ahí. Pero bueno, no se levantó realmente hasta que su madre le gritó que ya se iba, eso indicaba que quedaban treinta minutos para llegar.
Tomó lo primero que vió y se vistió para poder partir, tomó sus cosas y salió hacia la parada de autobús. Veinte minutos después ya se encontraba a pocos metros de la escuela.
Llegó al salón, había demasiado ruido pero él no le prestaba atención a ninguna de las aproximadamente cincuenta voces de allí. Alguien gritó que el profesor de las primeras horas no asistiría así que Brendon se dedicó a hacer garabatos en sus cuadernos como de costumbre.
Dallon no llegó durante aquellas horas.
El azabache decidió enviarle un mensaje a su novia pidiéndole que se encontraran en el jardín, así que se dirigió hacia allí a paso lento.
Sarah le sonrió y él correspondió el gesto con un poco de pena, no se le iba la culpa de lo sucedido. Se dieron un corto beso y procedieron a sentarse en el césped, simplemente estuvieron ahí abrazados como por treinta minutos.
Una voz entusiasmada fue percibida por ambos jóvenes y Breezy los saludó rápido antes de saltar la cerca y besar a su novio. El más alto lucia perfecto como siempre, seguramente había dormido como bebé.
Las manos de Dallon recorrían el cuerpo de la chica con delicadeza, Brendon abrazó más a Sarah.
Ahí estaba otra vez aquel juego.
-Es un día libre, pero quiero almorzar en la escuela, ¿es la hora del almuerzo no, Brenny?-Cuestionó sin soltar la cintura de la chica.-Ah, por cierto, te traje esto.
Sacó de su bolsillo un nuevo pañuelo, esa vez era rojo y con una A bordada. Frunció el ceño mientras sonreía por el regalo, pero, ¿B-A?¿Qué era eso?¿Era parte del juego?
-Gracias, Dally.-Respondió amablemente, rozando las manos de ambos al tomar el objeto.-¿Vamos a almorzar?
-Claro.-Dijo acariciando el cabello de la chica a su lado una última vez antes de partir.
Los dos chicos comenzaron a caminar por los pasillos de la institución para llegar al comedor. Dallon volvió a tomar la mano del menor y entraron a uno de los baños, trabando la puerta.
El castaño estaba mirándolo expectante.
¿Qué quería? ¿Que hablara? Lo tenía demasiado nervioso para hablar.
¿Que tomara el impulso y actuara? Lo tenía demasiado nervioso para moverse.
Así que Dallon se acercó y volvió a besarlo, con la misma o más intensidad que el día anterior.
Brendon se dejó hacer, le encantaba.
El mayor comenzó a dejar besos en su cuello, Urie jadeó un poco.
-¿Q-Qué haces, Dally?-Cuestionó con una mezcla de emociones y su respiración agitada.
-¿Te gusta?-Habló dejando lo que hacía por unos segundos y mirándolo.
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[Second boys will be first choice] brallon
Fiksi Penggemar[brendon + dallon] Brendon consiguió una vacante en uno de los mejores colegios de la ciudad y su intención era seguir pasando desapercibido aunque, para su mala suerte, esto no fue así. Todo empezó con una sonrisa del chico a su derecha. ...