19. Te odio.

270 34 19
                                    

Los chicos podían decir que la actitud de Brendon había cambiado, y bastante.

Ya no parecía ser el mismo adolescente al que le gustaba saltarse clases para pasar tiempo con Pete en el cuarto, molestar a los profesores y hacer travesuras. Ya no jugueteaba ni hacía bromas con sus amigos.

Se salteaba clases para desaparecer todo el día, no hablaba con casi nadie y con suerte dormía en la habitación. Nadie podía decir con exactitud que era lo que le había pasado para dejarlo tan roto.

Nadie excepto Ryan Seaman.

Veía como Urie salía de la institución y a veces se quedaba esperando hasta verlo volver, sintiendo miedo de que le pasara algo. Sentía culpa porque él pudo haberle dicho algo más a Dallon, pudo haber evitado que las cosas salieran mal. Aunque no tenía ni una minima idea de lo que había pasado aquella noche.

Brendon estaba sentado en una calle bastante vacía, debían ser como las once de la noche, no recordaba hacía cuanto tiempo estaba fuera del internado. Su mano izquierda jugaba con una pequeña roca y la derecha tenía el viejo celular que llevaba días en sus bolsillos. Aún buscaba que la valentía surgiera de algún lugar para poder presionar un botón.

Recorrió los contactos con la mirada y vio el nombre de Sarah, cientos de mensajes y llamadas perdidas. Hecho un manojo de nervios, la llamó.

¿Hola?–Oyó su voz adormilada y sonrió, la extrañaba.

–Lo siento, ¿Te desperté?

¿Mhm? ¿Brendon? ¿Eres tú?–El azabache rió un poco ante la sorpresa de la chica.–Oh dios mio, no sabes lo mucho que te he extrañado. ¿Cómo estás? No logré que tus padres me dijeran a dónde habías ido, estaba muy preocupada. ¿Te encuentras bien?

Urie frunció el ceño. Si Dallon lo sabía, ¿Por qué no se lo había dicho al resto?

–¿Dallon no te lo dijo?–Murmuró ignorando las preguntas con su voz temblorosa, ni siquiera quería mencionarlo.

¿Dallon? ¿Has estado hablando con él? Sabía que el maldito tenía idea de algo, tendré que hablar con Breezy para que castigue a su novio.–Bromeó la joven.

Pero él se quedó callado.

Uh, ¿Ella dijo "novio"?

Weekes no había sido capaz de terminar con ella luego de aquella noche. Y hacía doce días había estado con él, mientras era novio de Breezy.

Si, no es que haya sido nada nuevo, ya lo había hecho. Pero luego de tanto, creyó que el mayor había dejado eso de engañar a su novia, creyó que había dejado a Breezy. Creyó que había dejado de jugar.

¿Brend? ¿Estás ahí?

Hablamos luego, cielo.–Dijo antes de cortar la llamada.

Pasó sus manos por su cabello desesperadamente, intentó respirar pero no podía. Sacudió su cabeza, parpadeó un par de veces para evitar las lágrimas y buscó el contacto que tanto le había costado llamar.

Dallon Weekes.

Uno, dos, tres pitidos y el otro contestó la llamada.

¿Quién–

Te odio.–Comenzó, sin importarle que el chico estuviera medio dormido o abrazado a su novia.–Lo hiciste, Dallon. Me rompiste, por más que intenté mantenerme fuerte y comprenderte. Intenté comprender tu miedo a ser diferente, tu miedo al rechazo. ¡Te odio! Me usaste, me usaste y yo caí ante tus pies como un idiota. Pensaba "¿Será que me quiere? ¿Estará enamorado como yo lo estoy?"

Tomó una bocanada de aire, su voz estaba rota.

–¡Lo lograste! Me arruinaste. Todo duele ahora, ¿Sabes? Duele cuando duermo porque sueño contigo y con como me besabas y reías. Duele cuando despierto porque recuerdo el momento en que abrí los ojos y no estabas conmigo. Duele pensar porque solo pienso en lo poco que valgo la pena. Y ¿Sabes que es lo peor? Que no te culpo, y creo que me lo merezco. ¡Te odio! ¡Te odio! ¡Te odio!

Siguió gritando como si su vida dependiera de ello, hasta que sintió como unos brazos lo envolvian. Y lloró, sin importarle mucho quien lo había agarrado, cayó de rodillas al suelo.

–Brend, tranquilo, ¿Si? Ya pasará.–Murmuró una voz conocida.

El chico de cabello celeste tomó el celular de las manos del menor, viendo la llamada en curso, se dio la libertad de hablarle a la persona del otro lado.

–Dallon, lo arruinaste.–Dijo, escuchando del otro lado los sollozos de quien era su mejor amigo.–No te basto con hacerlo una vez, ¿No? Tenías que repetirlo, así eres.

Ryan, por favor, dejame hablar con él.–Suplicó.–Dejame arreglarlo.

–No puedes, ¿No lo entiendes? Tú no eres el que está preocupado de que el chico no vaya a salir y ponerse frente a un auto para ser atropellado. No eres el que nota como se saltea todas las comidas, no eres el que se preocupa porque no va a clases. ¡No eres el que sale a buscarlo a media noche luego de que se desaparezca por dos días! Estoy seguro de que yo siento más culpa que tú en estos momentos.

Un silencio se formó, Ryan sentía como Brendon lloraba abrazado a él y oía como Dallon intentaba calmarse.

Solo... Cuidalo, ¿Si? Ayudalo, arreglalo, has lo que yo no supe hacer y protegelo.– Murmuró Weekes, haciendo que su mejor amigo suspirara.

–Tal vez te llame luego, Dallon.–Finalizó, rendido.

Brendon estaba medio dormido en los brazos de Seaman, había dejado de llorar. Se sentía delgado y frío. Había escuchado la mitad de lo que había dicho, y se sentía tranquilo de algun modo, por saber que el tintado estaba preocupandose por él.

Tomó aire antes de hablar.

–¿Qué haces aquí?–Cuestionó separandose un poco, se sentó nuevamente en el suelo con Ryan a su lado.

–Estás en la calle hace casi dos días, Brendon.–Le explicó el mayor.–Les hemos dicho a los profesores que estás enfermo en el cuarto, pero no sabes lo preocupados que están tus amigos.

–Estoy bien.–Respondió un poco incómodo.–No tenías que venir a buscarme.

–Claro, no es como si te hubiera encontrado gritando y llorando en medio de un ataque.–Dijo sarcasticamente, el otro miró al suelo, avergonzado.–No es tu culpa, Brend. Pero debes dejar de aislarte así cuando hay problemas, la gente se preocupa.

–No me había pasado antes.–Confesó, y el mayor lo observó confundido.

–¿No habías tenido un ataque?

–No, quiero decir, no me refiero a eso.–Rió un poco.–No había tenido personas detrás de mi. En casa mis padres nunca estuvieron realmente, solo les preocupaba que no arruinara las cosas en la escuela. Podía no comer ni hacer nada por semanas o irme toda la noche que ellos no lo notarian.

Seaman suspiró, aún maldiciendo a Dallon mentalmente.

–Deberíamos volver a las habitaciones, tus amigos están esperando noticias de ti.–El azabache asintió y ambos se pusieron de pie para regresar.

Al ingresar en la habitación, vio a Pete, Patrick, Andy, Joe, Alex, Jack y Keith. Cuando lo vieron pareció que se quitaron un peso de encima, Pete lo abrazó regañandolo, explicandole que Ryan había insistido en ir él solo a buscarlo. Comenzaron a reprochar acerca de sus actitudes pero finalmente todos terminaron comunicandole que contaba con ellos.

Brendon sintió que finalmente tenía una verdadera familia, y sonrió tranquilo, pensando que ya no era necesario huir.


¿Fin del brallon? ¿Qué creen?
Estoy encaminada para terminar esto, faltan como unos 5 capitulos, creo.
Con amor,
Val💕

[Second boys will be first choice] brallon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora