10. Perspectiva de Dallon.

370 56 38
                                    

Dallon no tenía palabras para describir lo que acababa de vivir, bueno, ni siquiera podía hablar de lo agitado que aún estaba.

El azabache se encontraba sentado en los lavamanos y él estaba apoyado en su hombro, ambos intentando calmarse. Había sido algo un poco rápido, necesariamente rápido porque el castaño debía ir a finalizar la presentación aún.

-Dall...

Dejó ir un pequeño suspiro en respuesta.

-¿Si?

Brendon sonrió y le besó el cuello con suavidad.

-Fue genial.

En ese momento amaba todo. Amaba la forma en que, a pesar de ambos estar un poco desesperados, había tratado al chico con cariño y delicadeza. Amaba la química que había entre ellos desde que se vieron por primera vez. Amaba sentir la sonrisa que Brendon estaba esbozando en ese momento.

El menor podría jurar que escuchó salir un pequeño 'lo sé, te quiero' de los labios de su amigo.

Y en definitiva eso había dicho el más alto.

No sabía por qué, tenía en claro que Brendon era su 'juego'. No quería confundir las cosas.

Pero él ya estaba más que confundido.

Se separó del más bajo y le dio un corto beso para comenzar a vestirse, el otro siguió sus pasos lentamente y sonrieron antes de salir una vez estuvieron listos.

Volvió a subir al escenario antes de la última canción.

-Y esos fueron Ryan y Jon.-Los aplausos sonaron en toda la sala.-Ahora, nuestros últimos chicos son Josh y Tyler. Muchas gracias por prestarnos este rato de su atención y esperamos que les haya gustado mucho. ¡Los esperamos en la próxima!

Bajo de allí llegando hasta el azabache, quien estaba acompañado.

Breezy le sonrió antes de correr a abrazarlo y darle un largo beso que él siguió sin problema. Después de todo la chica era su novia y realmente la quería.

-¡Estuvieron increíbles! Hoy hay fiesta en mi casa para celebrar.-Le comunicó alegremente.

-Genial, amor.-Volvió a darle un corto beso y colocó sus brazos en su cadera delicadamente sintiendo la mirada de Brendon sobre él.-¿A qué hora?

-A las 8, debería ir y comenzar a ocuparme de todo ahora.-Sonrió con ternura y su novio entrecerró los ojos antes de devolverle la sonrisa.

-Te ayudaré, podemos irnos cuando quieras.

Ella asintió y volvió a abrazarlo, la canción que sonaba finalizó y luego de los aplausos comenzó a escucharse el caos de las personas saliendo de la sala.

-¡Felicitaciones a todos y a todas!-El grito de Dallon hizo que los miembros del taller festejaran alegres.

No tardó mucho en vaciarse el salón, el castaño se sentía completo pero a la vez confundido.

¿Por qué había tenido relaciones con Brendon si amaba a su novia?

¿Por qué sentía que no se perdonaría el hecho de hacerle mal a ese hermoso chico de cabello a azabache?

¿Por qué tenía tantas ganas de repetir lo ocurrido y seguir demostrándole su cariño sin detenerse?

Se encontraba apartado del mundo exterior a él, y así pasó la tarde, ayudó a Breezy con los preparativos de la fiesta y ya eran las siete.

Observó cómo a su alrededor estaba todo listo, bebidas, comida, vasos, música y luces. La joven le sonrió y él le devolvió la sonrisa antes de excusarse para poder retirarse a su casa a vestirse apropiadamente.

Durante el camino se detuvo en una casa de lindo aspecto donde todas las luces estaban apagadas, excepto por un pequeño brillo que salía de una de las ventanas del segundo piso. Pudo observar una silueta ubicada en el marco de la ventana, cabello desordenado y un libro entre sus manos.

Rió con ternura antes de tomar una ramita del suelo y acercarse, la lanzó cuidándose de no darle en los ojos. El objeto pegó en la cabeza del joven logrando captar su atención, este frunció el ceño dejando su libro a un lado para luego desaparecer en la oscuridad.

Dallon se desconcertó un poco pero a los pocos segundos el chico salió por la puerta del jardín. Llevaba puesto un lindo pijama de tonos claros y sus mejillas estaban ligeramente sonrojadas. Era una pequeña obra de arte.

El mayor en un impulso lo tomó por las mejillas y lo besó, Brendon sonrió en respuesta.

-¿Que haces así? No digo que estés mal, quiero decir, eres el chico más lindo que he visto pero ¿no iras a la fiesta?-Cuestionó pasando su mano derecha con cuidado por el cabello suave del azabache.

-No lo sé, no tengo mucho que hacer ahí.-Murmuró mirando el césped.-Espero que te diviertas con tu novia.

El corazón del más alto se estrujó un poco al notar el tono de voz de su amigo, lo estaba haciendo sentir mal y eso no era lo que quería.

¿O si?

-¡Pero Sarah también estará!¿Ella no te insistió para que vayas?

-Nunca fui a una fiesta con Sarah, además creo que terminaré con ella.

Un pequeño silencio se hizo presente y Weekes parpadeó varias veces antes de hablar, no se lo había esperado.

-Espera, ¿qué?-Dijo confundido.-¿Por qué? Hacen una pareja muy linda.

-Pero no la amo ¿sabes? Quiero que ella esté en mi vida pero como mi mejor amiga, no creo que le moleste si le oculto parcialmente la verdad...

-¿Y cuál es la verdad?

-Que me gusta un chico.-Sus ojos oscuros miraron directamente a los ojos del más alto.

-Oh.

Podría hablar de cualquier chico, ¿no? Había muchos chicos lindos, no tenía que ser necesariamente Dallon. Había miles de millones de chicos en el mundo, ¿por qué sería él?

Quería a Brendon, lo quería mucho, ¿le gustaba? Tal vez. Pero era un impulsivo adolescente que se moría por tener la atención de alguien, y ahora tenía la del chico.

Tenía la atención y quería que durara para siempre, aunque no estuvieran juntos.

Asi, con mucha culpa en su cuerpo y un sentimiento extraño en su estómago, en un punto culmine de su estupidez Dallon abrazó a Urie con cariño.

En su cabeza pensaba si a lo mejor era hora de que esa corta aventura finalizara.

Sintió como los brazos del menor lo apretaron con fuerza, dejó un beso en su cabeza y volvió a hablar.

-Bueno, ¿vamos a la fiesta?

La respuesta fue el azabache rodando los ojos y dejando salir una pequeña risa.

[Second boys will be first choice] brallon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora