Terminó la canción y todos le aplaudieron a Dallon, quien comenzó a buscar a su novia entre los presentes. El azabache inmediatamente intentó salir de allí, de manera veloz, empujando a un par de personas.
Veía la salida cerca hasta que chocó con una adolescente y sintió como un líquido se escurría por las camisetas de ambos. Más en la de la chica.
No fue como en las series y películas que la música se detenía y todos los miraban. Sino que todo siguió, solo ellos dos se miraron.
Breezy, tenía que ser Breezy.
Ella lo miró con el ceño fruncido y una expresión indignada. Y él habló sin medir sus palabras.
-Deberías fijarte por donde caminas, Douglas.-Rodó los ojos, viendo a Weekes llegar junto con ellos, su rostro estaba alarmado. Era terreno peligroso para él tener a Breezy y Brendon enojados.
-Tú.. ¿Te das cuenta de que es tu culpa? Arruinaste mi ropa por ser un estúpido distraído, ¿o lo hiciste a propósito, enfermito?
¿Y eso de dónde había salido?
Las pocas veces que había conversado con ella había dado la impresión de ser muy amable y tranquila.
¿Enfermito? ¿Por qué?
Frunció el ceño y dio unos pasos atrás, ¿acaso alguien...?
-¿Qué hiciste, Brendon? Ten más cuidado.-Interrumpió el alto castaño, posicionandose junto a su novia, se lo notaba un poco nervioso pero él no lo percibió.
El menor tragó saliva. Disculpandose rapidamente, no estaba seguro de querer escuchar lo que Breezy tenía para decirle.
-¿Ahora te disculpas? Será que mi novio te intimida.. ¿O se la quieres chupar?-Sonrió la chica.
El corazón de Urie se detuvó por unos segundos.
Estaba arruinado, Breezy de alguna forma lo sabía, lo sabrían todos.
¿Cómo lo había hecho? ¿Cómo lo había descubierto?
Le dio una mirada a Dallon, quien lo esquivó.
Para cuando ella dijo eso, ya varias personas los observaban. Sarah se mostraba confundida y sorprendida, vio como su mejor amiga decia unas últimas palabras.
-Vete, Urie. No quiero enfermos en mi casa, pobre homosexual.-Ordenó la joven, tomando la pequeña y delicada cruz en su pecho.- Ojalá te recuperes, me siento muy triste por ti.
Brendon rió un poco, sarcasticamente, volvió a buscar la mirada de Dallon mientras se dirigía a la puerta.
Nada.
Confirmando todas sus dudas.
Cerró la puerta detras de él y caminó en silencio por unos segundos, hasta que sintió las lágrimas resbalando por sus mejillas.
Dejó salir un sollozo.
No entendía por qué había pensado que Dallon lo quería. Era estúpido.
Estúpido.
Estúpido.
Estúpido.
Pobre homosexual.
Sacudió su cabeza, no. Él estaba orgulloso de aceptarse a si mismo. Las palabras de esa fanática religiosa no iban a cambiar eso.
Pero Dallon Weekes si.
Lo había usado, eso hacía ¿no? Lo usaba, no le interesaba su bienestar ni nada de eso.
¿Es que Brendon no lo valía?
Pateó una pequeña roca por varios metros.
De tantas personas, él había caido entre los brazos de Dallon, dejandose llevar por la euforia de cada momento que pasaba junto al chico.
Lo debía dejar ir, ¿verdad?
Sus pensamientos estaban revueltos al igual que sus cabellos. Su corazón iba aumentando la velocidad de sus latidos, así como él incrementaba la de sus pasos.
Al llegar a su casa se quitó la ropa de Dallon, y se tiró en su cama abrazandose a si mismo. Estaba otra vez completamente solo.
No quería volver a la escuela al día siguiente, no quería ver al chico castaño ni a nadie más. No iba a soportar comentarios inútiles, ni que los ojos de su mejor amiga lo miraran con desprecio.
El sentimiento que no había estado por semanas había regresado.
Odiaba los romances, definitivamente lo hacía.
Desde Jake Roberts a los doce años hasta Dallon Weekes a los diecisiete, todo era una perdida de tiempo.
Le gustaba divertirse, claro, los chicos eran buenos para eso. Pero, ¿por qué ninguno de los que había conocido fue bueno para mantener una relación?
Giro su cabeza unos centimetros y su vista se posó sobre los pañuelos de colores.
Cinco pañuelos que el chico más lindo de la escuela le entregó con dulzura.
B, A, F, L, U.
Tal vez era una especie de acertijo. Los tomó y los acomodó dispersos sobre su escritorio.
¿Brendon Urie Feliz Audicion Lunar?
No.
¿Be able for lunch, Urie?
Tampoco tenía mucho sentido.
¡Tal vez ni siquiera había uno!
Con bastante frustración colocó el monton de telas en una caja que guardo debajo de su cama. Planeaba dejarla ahí hasta que sea mayor y recuerde el momento más penoso de su vida, cuando cayó de rodillas por Dallon Weekes.
Volvió a acostarse, imaginando mil y un escenarios posibles con el castaño.
Afortunadamente, en todos lograba expresarle lo malo que era y como lo había lastimado, haciendo al chico recapacitar.
Porque despues de todo él era Brendon Boyd Urie, el chico que de alguna manera siempre lograba seguir adelante.
Y un pequeño inconveniente en una fiesta no iba a afectar toda su vida, ¿no?
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[Second boys will be first choice] brallon
Fanfic[brendon + dallon] Brendon consiguió una vacante en uno de los mejores colegios de la ciudad y su intención era seguir pasando desapercibido aunque, para su mala suerte, esto no fue así. Todo empezó con una sonrisa del chico a su derecha. ...