17. Te extraño.

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Aquella mañana colocó el pañuelo en esa pequeña caja debajo de su cama, junto al resto, con una pequeña y melancolica sonrisa. Luego de eso le pidió a Pete el número de Keith, siguió como si nada hubiera pasado las siguientes semanas.

–Brenny, uh, debemos hablar.–Dijo el pelirrojo cerrando la puerta de la habitación detras de él.

–¿Podemos hacerlo luego?–Sonrió acercandose al chico y besandolo, siendo correspondido.–Mm, me gustan tus besos.

Durante las últimas dos semanas, ambos habían estado "saliendo", si así se lo podía llamar. Brendon se sentía bastante cómodo, aunque era raro, pero disfrutaba del cariño de su compañero. El nuevo año parecía ser un nuevo comienzo, y le gustaba el rumbo que su vida poco a poco tomaba.

Tomaron asiento en la cama del azabache, las manos de Keith se agarraban a su cintura con delicadeza. Urie fue quien cortó el beso, con sus ojos cerrados y mejillas rosadas, provocandole una sonrisa al otro.

–Creo que me gustas, Brendon.

–¿Solo crees?–Rió dejandose caer sobre el colchon, dio un suave suspiro relajando todo su cuerpo.–¿Eso era lo que querías decirme, Keith?

El nombrado tragó saliva recordando a lo que en realidad había ido, las palabras no salian y no sabía muy bien como explicarlo. La puerta abriendose lo salvó, Pete entraba junto a Patrick y parecía bastante emocionado.

–¡Organicé una fogata!–Gritó el rubio, en respuesta Brendon abrió su ojo derecho y lo observó.–Hoy en la noche, será genial y ustedes estarán allí.

–¿Y qué haces en una fogata?–Cuestionó incorporandose y apoyando su cabeza en el hombro de su casi pareja.–¿Es como en las películas?

–Es como quieras que sea, Brend. No puedo creer que nunca hayas ido a una.–Habló Keith divertido.–¿A qué hora, Pete?

–A las diez.–Se acercó a su armario y tomó un abrigo antes de volver a salir.–Los espero allí.

Al momento que la puerta se cerró, Brendon se puso de pie buscando lo que se pondría por la noche, el otro se colocó detras de él. Keith iba dejando besos por el cuello del azabache y este se estremecía, solo un nombre se le venía a la cabeza en esa situación y no era el que debería.

–Luego, cariño.–Rió volteando para besarlo y luego seguir en lo suyo.

El resto del sábado fue tranquilo, Keith tuvo que irse luego de unas horas pero prometió verlo en la reunión de Pete. Así que a las nueve y treinta, decidió vestirse con su pantalon rojo y una camiseta negra, junto con un hoodie del mismo color. Tomó una chaqueta por prevención, iban a estar cerca del fuego pero de igual manera era pleno invierno y el viento frío podría facilmente helarle los huesos.

En el camino al punto de encuentro, agradeció a si mismo haber agarrado el abrigo. La noche estaba oscura y los arboles sin hojas le daban un aspecto tenebroso, se cruzó de brazos y decidió apurar el paso. Luego de un rato llegó al lugar encontrandose con Pete, Patrick, Andy, Joe, Keith y, bueno, varias personas más.

Habían varios cajones con cervezas, por lo que lo primero que hizo fue ir a agarrar una antes de acercarse al pelirrojo que reía junto a otros chicos. Le sonrió antes de intentar besarlo, pero el mayor le dio un corto abrazo.

–Hola, Brendon. ¿Qué tal?–Saludó con naturalidad, el azabache confundido frunció el ceño.–Conoces a los chicos, ¿Cierto? Ya te los había mencionado.

–Claro, un placer.–Asintió como saludo a los jovenes que luego de eso siguieron en lo suyo, observó a Keith y este lo abrazó por los hombros disculpandose con su mirada.

[Second boys will be first choice] brallon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora