–¡Deben estar bromeando!
–No podemos creerlo Brendon, no de ti. Eras mi niño.
–Por favor, no lo hagan, no me dejen ir.
–Eres una decepción, me apena demasiado.
–Ya está todo listo, volverás siendo un hijo excepcional o no volverás.
–Por favor.
Brendon estaba caminando a paso tranquilo por el supermercado mientras compraba lo que creía necesario. Se encontraba aún un poco confundido y desorientado por la decisión de sus padres, aún sabiendo que eso debía pasar tarde o temprano.
Oyó murmullos al otro lado del pasillo pero decidió ignorarlos, recogió un cepillo de dientes nuevo, un peine y un par de cosas que tal vez en algun momento deberia reemplazar.
Sus dedos golpeaban el paquete del cepillo nerviosamente pero se detuvo de repente cuando alguien llamó su atención.
–Te he estado llamando.–Dallon lucía nervioso y preocupado, de una forma genuina. Sus ojos no dejaban de examinar a Urie, tratando de asegurarse de que no le faltara ninguna parte del cuerpo.
–¿Lamento no haber respondido?–Siguió caminando por los pasillos, sin tener intencion de salir de allí pronto.–No debías preocuparte.
–No fui solo yo, Spencer tambien te ha llamado, y hasta Sarah. Escucha, si esto es por lo que pasó, lo lamento mucho. Hablé con Spencer y Sarah, ellos saben todo y claro que al parecer tambien me odian, yo tambien me odio, pero no creí que faltarias a la escuela por una semana–
–¡No!–Interrumpió bruscamente.–No falto a la escuela, me expulsaron, no es tu culpa realmente, además me quitaron mi celular... Espera, ¿Spencer y Sarah qué?
Weekes detuvo sus pasos y el menor hizo lo mismo.
–¿Te expulsaron?¿Tus padres lo saben?
Un pequeño silencio se hizo presente y el castaño asumió por si mismo la respuesta, tomandose el atrevimiento de acercarse un poco más a su amigo.
–Brendon...
–Solo estoy muy castigado, no te preocupes... dile a Spencer y Sarah que los extraño y a ti no te odio aunque quisiera.–Siguió su camino hasta la caja para poder irse, tal vez era mejor estar en su casa que estar con Dallon.
Era bastante estúpido mentirle al chico, probablemente no lo vería más en su vida. ¿Era algo bueno? No.
–Te extraño, Brenny.–Tomó su mano y miró directo a sus oscuros ojos.–En serio quiero arreglar las cosas.
¿Por qué lo haces tan dificil, Dallon? Haces que el corazón de Brendon lata más rápido de lo normal.
Brendon era un poco bastante irresponsable pero... ¿Qué podrían hacerle sus padres? Ya lo están mandando a un internado como a mil kilometros de allí.
¿Qué daño haría un último día como si nada hubiera pasado?
–¿Y si te doy una oportunidad? Intentalo, ya.–Soltó dejando todo lo que había elegido.
–Estás castigado, no quiero que tus padres me odien... ¿Estás seguro?
El azabache rió un poco, caminando hacia la salida.
–Pierdes preciosos segundos, yo en tu lugar intentaría hacerme feliz.
Dallon volvió a sonreír, hacia mucho que no veía al chico sonreír. Corrieron hacia el auto del mayor, subiendo y abrochando sus cinturones.
–¿A dónde vamos?–Cuestionó cuando Weekes encendió el auto, pero se quedaron ahí por unos dos minutos.–¿Dally?
–Dejame pensar, es dificil... Mi casa.
–Woah, que creativo, me gusta.–Bromeó mientras el otro comenzaba a conducir.
–Es tranquilo, estaremos solos un rato, las otras veces la pasamos bien. ¿No es así?–Le dedicó una pequeña sonrisa que fue correspondida.
En pocos minutos llegaron a la casa de Dallon, ingresaron y Brendon tuvo que quedarse en la sala mientras el mayor hacia quien sabe qué en la habitación.
Las veces que pasaba por allí a buscar algo cambiaba su expresión concentrada por una sonrisa para el más bajo. Era lindo, estúpido pero lindo.
Urie jugaba con sus manos distraído. No podía evitar pensar en que Dallon aún estaba con Breezy, que todo seguía igual o aún peor y que era muy tonto estar allí. Pero lo necesitaba, quería ser feliz por un ratito más, temía no poder serlo en el infierno al que lo mandaban.
–Listo, vamos.–Dallon tomó su mano y ambos subieron a la habitación.
Había comida, mantas, almohadas, discos y películas. Perfecto y todo acomodado.
–Que lindo, me encanta.–Comentó tomando asiento en la cama.–¿Qué vamos a ver?
–Lo que quieras, da igual.
Diez minutos despues había una pelicula reproduciendose en la televisión y ellos se encontraban acostados en la cama. Dallon jugaba con el cabello del menor quien solo lo miraba con su cabeza apoyada en su pecho.
La película siguió sin que ellos le prestaran atención, Brendon movía los dedos de la mano de Dallon como si fuera un niño de cinco años jugando con pequeños juguetes. Ambos reían de vez en cuando.
Pasaban el tiempo, entre cumplidos y cariños, como ya lo habían hecho antes. Así se había enamorado de Dallon, viendolo en su casa, hablando sobre música, colores y planes, analizandolo y moviendo sus dedos.
Así fue como los créditos de la película comenzaron, sacandolo de la burbuja en la que estaba, dandose cuenta de que había pasado dos horas en esa tranquilidad.
Abrazó a Dallon para que no se moviera de su posición y su corazón volvió a acelerarse.
No quería irse, no quería dejarlo, ¿era muy joven para sentirse así? Si se fuera lo extrañaría demasiado.
Sus ojos se llenaron de pequeñas lágrimas, se dio cuenta de que últimamente lloraba demasiado. Se sentó y miró a Dallon a los ojos.
–¿Qué ocurre...?
Lo besó delicadamente, acariciando su suave cabello castaño con sus dedos, separandose de forma tranquila.
–Te quiero, Dallon.
–Lo sé, lo sé. Tambien te quiero, te quiero demasiado, Brendon.
Unas finas lágrimas cayeron por las mejillas del menor, era un sentimiento horrible.
–Oye, tranquilo, ¿qué tal si salimos? Vamos a algun lugar.
Asintió, recibiendo un pequeño beso en su cabello antes de que Dallon apagara la televisión y tomara un abrigo.

ESTÁS LEYENDO
[Second boys will be first choice] brallon
Fanfiction[brendon + dallon] Brendon consiguió una vacante en uno de los mejores colegios de la ciudad y su intención era seguir pasando desapercibido aunque, para su mala suerte, esto no fue así. Todo empezó con una sonrisa del chico a su derecha. ...