Tanto tiempo paso, Me hice amigas, enemigas, Tuve sueños y fantasias pero nada cambio, Los dias son todos iguales, Hacer las mismas rutinas, Aprender las mismas cosas, Y Extraño internet, sobre todo extraño wattpad, solía leer muchas historias ahi.
Esa chica Handan, siguio haciendome la vida imposible, como pudo, a veces con pequeñas cosas y otras veces lograba que me castigaran por su culpa.
Hoy era un dia diferente, Como aquella vez que vine hasta acá, El aire se sentía diferente.
La fuente de agua del patio se rompió, y teníamos que ir a buscar en baldes de madera, grandes cantidades de agua. No eran tan pesados, por esa razón no le pidieron a los eunucos.
Me mandaron a mi y a la molesta de Handan juntas, No se que esperaba la señorita safiye al mandarnos juntas, sabiendo que nos odiamos. Caminamos por un largo pasillo hasta la fuente próxima, y cargamos mirándonos con odio aquellos baldes.
De repente se escuchan varios pasos detrás nuestro, vi que Handan se dio la vuelta y reverencio mirando al suelo, así que hice lo mismo, sin mirar siquiera quién era. Solo pude ver un caftán azul de hombre, ropa que ningún eunuco llevaba jamás. Supuse que era el sultán y solo hice lo mismo que hacía Handan, Mire al suelo y espere a que él hablase.
Estaba muy nerviosa, No sabía bien el porque, mis piernas temblaban y tenía miedo de mirar a los ojos a aquel sultán, que no conocía bien su rostro, ni su voz, solo oía rumores que nadie afirmaba como ciertos.
De repente una voz muy grave suena, "¿Que están haciendo acá? La sultana Halime ha reunido a todas las concubinas en el harem, están desobedeciendo una orden."
Handan no tardó mucho más en responder "Su majestad, Disculpenos, Nos mandaron a buscar agua porque la fuente del harem se ha roto". Su voz era temblorosa como mis piernas, y fue la primera vez que vi asi.
Todas las chicas del harem ya conocían a su majestad, Al menos todas habían visto su rostro, menos yo. Handan una vez hablaba con sus amigas, y les contó que el sultán mehmed le había preguntado su nombre, y que sabía el nombre de todas las concubinas. Me da un poco de vergüenza que no sepa el mio.
Literalmente, eso estaba pensando mientras el sultán y Handan hablaban, escuchaba ruido de fondo pero solo estaba pensando en eso y en cómo explicar muchas cosas que realmente son inexplicables.
De un momento a otro, Note a Handan yéndose sin mirar hacia atrás. Note la mirada clavada en mi del sultán, y fue el momento de más estrés que tuve desde que llegue.
"¿Como es tu nombre?" Me dijo aquel sultán, con voz grave y cálida, tan cálida que sentía que llegaba a tocar mi alma, como que revolvía en mis pensamientos. "Mi nombre es Naomi" Le dije tímidamente, casi entrecortado, y nerviosa.
"No lo habia escuchado antes, ¿Qué significa?" Dijo aquel sultán curioso. "Significa, la que es dulce, su majestad". Luego de decir eso recordé a mi mama, Hace muchos años, cuando me contó la historia de mi nombre, porque, todos tenemos una historia ¿verdad?
"¿Aún no te asignaron un nombre?" Dijo casi indignado, Sentí una frialdad recorrer por mi corazón, No necesito otro nombre, este es mi nombre. Simplemente no conteste, seguí mirando sus pies con algo de dolor en los ojos.
"Puedes mirarme a los ojos si quieres, no tengas miedo" dijo compasivamente al ver que estaba muy tensa.
Lo mire a los ojos y justo la luz del sol pegó en mis ojos, pestañee un poco hasta que pude ver con normalidad. Mientras la luz se iba disipando, logre ver a un chico joven, tal vez de mi misma edad, de ojos achinados y alto. En el instante que pude ver sus ojos, Aquel curioso y joven sultán me sonrió, con una sonrisa tan contagiosa y bondadosa, que me obligó automáticamente a sonreír, sin poder evitarlo.
"Naomi, Debes volver al harem" dijo poniendo una cara seria pero intentando no parecer alguien terrorífico. Volví a mirar al suelo y afirme "Si majestad" reverencia y al harem con aquel balde de agua.
Al llegar al harem, Hatice me miró sorprendida, y no me dejo ni explicar la razón por la cual había tardado tanto, que ya había empezado a hablar.
"Vino la sultana Halime, Buscaba concubinas hermosas para pasar la noche con el sultán, y eligió a Handan, que justo llegaba y dio de frente con ella" al terminar de decir eso, mire a Handan, y estaba presumiendo con sus amigas, cuando me mira y sonríe con desprecio.
Tengo... algo de... ¿celos?
No me importa pienso, ojala se acueste con el, y sea una sultana, de todos modos no quiero una vida tan complicada como esa, yo solo deseo volver a mi hogar, con mi familia y amigos.
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Diario de un palacio
De TodoMi diario de una pequeña fantasía personal hacia el harem otomano (No se nada de historia, Solo se lo básico y algunas cosas que lei, Es solo una historia que contare, que siento haberla vivido aunque se que no es así)