♥Capítulo 7♥ Cambio de parecer

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Estaba bella y la fiesta había comenzado, pero no estaba el sultán, Era solo para las sultanas y las concubinas, Yo estaba sentada con Hatice que tenía un lugar "Exclusivo" por ser su favorita, lo mismo que Handan.

En un momento, me aburri de estar ahí, ya que seguían bailando y cantando, pero había pasado como dos horas y ya no lo encontraba entretenido. En ese momento, como un angel llego un eunuco y me llamo.

-El sultán desea verla- Dijo y yo mire hacia atrás a ver a Hatice, ella me estaba mirando confundida, y Handan tambien habia escuchado, pero respiro hondo y siguió festejando.

Seguí al eunuco hacia una torre -Sube, el sultán está esperando.

Subi por escaleras largas y ya estaba muy cansada, por fin ya había subido hasta lo más alto donde estaba el sultán, mirando hacia las estrellas parado y pensativo, la luz de la luna daba en su rostro, y pegaba en sus ojos, mi piernas temblaron y mi corazón se estremeció, era digno de un retrato aquel paisaje.

- Su majestad...- Dije mientras reverencie y miraba al suelo. -Ven Naomi, quiero enseñarte algo- Dijo y  pone su brazo detrás mío, y llevándome hacia el. -Dijiste que los días en este palacio eran vacíos y grises,mientras llorabas, pero quería mostrarte que la vida está llena de color y puede  ser hermosa- Mira hacia la noche oscura y a la gran cantidad de casas musulmanas que habían, y yo aun seguía sin encontrar ningún color.

De repente muchísimos fuegos artificiales de colores comenzaron a brillar en el cielo, eran cientos, que provenían de las casas y del mismo palacio. -Este es tu hogar ahora Naomi- Me mira y yo lo veo a los ojos -Este es tu destino, es difícil pero es muy hermoso, puedes hacer de este lugar un infierno o un paraíso- Y me sonríe. Le sonrío y vuelvo a mirar aquel maravilloso paisaje que revolvía mi interior llenándome de preguntas, ¿Realmente estoy mal en este lugar? Las cosas que me sucedieron, ¿eran mi destino?

-Debo irme, pero quiero que recuerdes lo que viste esta noche cuando estés triste- me sonríe por última vez y se va, y me deja sola con aquel paisaje lleno de color.

Al volver, La fiesta había terminado y hatice me pregunta qué sucedió. -Solo me quiso enseñar los fuegos artificiales- le dije sin darle importancia para que no piense que me gusta el sultán -¿Desde cuándo eres tan cercana al sultán?- Dijo confundida, -No lo se... hable con él pocas veces- Dije otra vez sin dar mucho detalle y comencé a ordenar, Hatice se fue sin decir nada a sus aposentos.No creo que este enojada, tal vez solo esta muy cansada y no voy a molestarla.

A los días, Hatice seguía igual de siempre, seguramente fue mi parecer. 

Las cosas estaban muy tranquilas, y eso me preocupaba, Tenía miedo pero me había acostumbrado. Handan no me hizo ninguna maldad y eso era extraño.

Decidí aceptar el estar acá, Vivir mi nueva vida e intentar olvidar mi pasado, Intentar dejar de volver y comenzar a aceptar que ya no existía ese lugar. Solo recordar las palabras del sultán me daba escalofríos, aun creo que no debo enamorarme de alguien imposible y tal vez deba, hacerme musulmana.

Comencé una nueva vida, y Dia tras dia me despertaba ignorando aquel sueño donde estoy con mi familia, hasta que un dia deje de recordar sus rostros.

Más chicas fueron elegidas para ir a los aposentos del sultán, pero el las rechazaba, y no volvió a acostarse con otras concubinas. Quería hablar con el, Paso mucho tiempo de que habíamos tenido una última conversación.

La señorita safiye me mandó a buscar unas telas que ella había encargado personalmente, así que tuve que pasar por un pasillo largo y oscuro que me recordó a aquel callejón donde me habían secuestrado.

Voy caminando sumida en mis pensamientos como siempre, cuando algo me golpea muy fuerte en la cabeza,  y caigo en el suelo de aquel pasillo, siento heridas en mi rostro, piernas y brazos, heridas filosas. Me desmayo y despierto en el suelo frío, con cortes en el cuerpo, hechos con un cuchillo filoso y fino. Llena de dolor, logro sentarme, y con las telas de mi ropa, logró tapar las heridas profundas que me hicieron en las piernas. Intente levantarme, pero al hacer fuerza las heridas ardían mas y mas fuerte, asi que solo me quede allí sentada, esperando que alguien de casualidad pasara y me rescatara pero llevaba mucho tiempo y nadie aparecía.

Deje de llorar y de pensar en el dolor y comencé a aburrirme y a desesperarme, seguía sangrando levemente. así que comencé a cantar, esperaba morir desangrada o algo asi ya que mis heridas no eran graves pero tenía muchas, hasta en el rostro.

*******Por el otro lado, el sultán del mundo, estaba muy triste, lloraba porque su hermana La sultana Melek, Se había enfermado de algo desconocido, y no tenia cura, sabían que iba a morir.

Entonces esos días, el sultán estuvo llorando, y no quería ver a nadie, Pero justo este dia, El decidio salir a caminar por los pasillos, sin la intención de encontrarse a nadie, ya que no quería ser molestado. Camino durante mucho tiempo, por casi todos los pasillos.

Estaba cansado y decidió volver a sus aposentos a descansar, al darse vuelta, escuchó una voz angelical, cantando, por lo cual se quedó muy sorprendido y encantado.

Nunca en su vida había escuchado una canción así y una voz tan hermosa, la melodía llegó a su alma, hasta llegó a calmar su dolor. Por lo cual el espió por una de las columnas de quien se trataba tan maravillosa voz. 

Se sorprendió al ver que la concubina que a él le parecía tan inocente y dulce, estaba sentada en el suelo de aquel pasillo, cantando con dolor, e inmóvil, tapada con bellas telas y con el cabello tapando su rostro. Asi que se acerco lentamente hacia ella y se sentó a su lado, él la miró y ella seguía cantando ignorando que el sultán del mundo estaba a su lado.****












Diario de un palacioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora