Jeongguk.
Nunca en mi vida me había sentido avergonzado y mucho menos como el centro de burla de la cual, yo mismo, en forma de espejismo, era el protagonista; Taehyung me observaba como si no me conociera desde el borde de mi cama, con la punta del flequillo húmeda por el sudor del alcohol expulsado y con los ojos tan oscuros que no pude evitar sentirme intimidado, aunque lo logré disfrazar mientras apretaba los labios, sin dejar de mirarlo.
La única verdad que había en mí en ese momento era que yo nunca había sentido culpa, lo que podría significar para cualquiera una sinvergüenzada, para mí, siempre había sido un mecanismo de defensa: la clara frase de "vivir sin arrepentimiento."
Pero aquí estaba yo, con un nudo en la boca del estómago, mi mejor amigo mirándome con odio y pensando en la impresión que había causado en Byeol una situación como la presente.
Yo no era así. Yo me burlaba de esto.
A mí no debería de importarme...
- ¿Qué harías si todo lo que has hecho decidiera devolverse a ti?
La voz del mayor rompió todo rastro de silencio, pero se sumó (junto a un pequeño pestañeo de mi parte) a la lista de estragos que comenzaban a formar un arma en mi contra y la levantaba en dirección a mi pecho mientras me miraba como quien no podía fallar un tiro ni a larga distancia. En efecto, había atinado un nervio, pero en cuanto mi labio inferior empezó a temblar, lo mordí, calmándome; no iba a negar que lo había pensado, desde el momento en que la vida de los demás empezó a desmoronarse a mi alrededor comencé a preguntarme cuándo era mi turno, pero aquella espera dejó de parecer relevante. Y aunque ahora quería decirme lo mismo, el atisbo suspicaz en los ojos de Taehyung, quien nunca se había osado a encararme a mi pasado de esta manera, me obligaba a admitir, con la cola entre las patas, que comenzaba a preocuparme.
Pero el miedo o la indecisión nunca me detuvo de ser un mentiroso ejemplar.
- ¿Vas a venir a embobarme con el jodido karma? -con una mueca incrédula y la voz tan baja que me dolió la garganta, espeté, ganándome también de su parte una ceja arqueada, poniéndome a prueba.
El alcohol como el amor hacen a las personas amargas.
Lamí mi labio inferior con rapidez cuando lo vi ponerse de pie con suavidad a causa de su sistema victimizado y la deficiencia de sueño que debía de tener. Si me preguntaran (aunque de todos modos lo diría aún y si no lo hicieran) el castaño se veía vuelto añicos en emoción, porque de lo que había dentro de él, salía como veneno por sus ojos hinchados y su piel pálida a consecuencia del poco cuidado.
Si algún día llegaba a conocer la chica que tanto hablaban, le diría que me dijera los trucos.
- ¿Sabes, Kook? -de forma súbita me mordí el interior de la mejilla cuando su voz volvió a surgir un poco más clara que antes, pero no más suave. Llevé mis ojos a los suyos y de inmediato mi ceño se frunció y aunque intenté disfrazar mi confusión, me delaté a mi mismo cuando ladeé la cabeza: la sonrisa que ahora adornaba el sombrío rostro de Taehyung no me dio una sensación de comodidad y tal vez fue por esto que di un par de pasos, antes de detenerme por el descaro de su persona-. Cuando te canses de Byeol, me ofrezco a cuidarla por ti.
- ¿Qué mierda-?
- Mhm, ¿ya te la has tirado? -la mandíbula comenzaba a dolerme de apretarla, pero mi mente y cuerpo intentaban descifrar el amargo hablar del castaño, porque, jamás, lo había oído hablar de tan nociva intención y con tanto egoísmo interno que no medía sus palabras. Era como si estuviera con alguien más.
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NAKED | JEON JEONG GUK
FanfictionLIBRO CUATRO. "-¿sabes dónde se ve mejor tu ropa? en el piso." - leer: VULNERABLE y moans. ©asiawet; 12/17. contenido sexual y explícito. no copia parcial ni adaptación sin mi permiso.