Capítulo 29. Abran Telones [FINAL]

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Desde el momento en que ingresaron a la escuela, parecía que Ezio ya no estaba con Altaïr. Las chicas se reunieron sobre él y le estuvieron preguntando en todo momento dónde estaba su pareja, su cita. Ni siquiera tuvo la oportunidad de responder antes de que las chicas se emocionaran a gritos y decidieran por él que la chica estaba demasiado enferma, enferma de la mente o era estúpida como para venir aquí con la estrella del equipo de fútbol.


Al otro lado de la entrada, Claudia estaba apoyada contra la pared, sorbiendo un poco de ponche (que aún no había sido alcoholizado) con su cita, Leonardo, a su lado. Leonardo estaba hablando de política con una compañera de estudios quien no parecía estar muy intuida en el tema, así que Claudia simplemente se recostó y disfrutó de la escena, aunque se sintió mal por su hermano ya que sabía de su relación con Altaïr.


—¡Este es un delicioso lote de brownies, Claudia!— Uno de los compañeros de primer año se acercó a ella, realmente disfrutando el postre.

Claudia simplemente asintió con la cabeza y sonrió.

—Son los mejores que he comido.

Te gustarían mucho más si te percataras que fue Ezio quien los hizo... ¿Por qué me hizo jurar que volviera a guardar el secreto?


—¡Oh, Ezio! ¡Por favor, baila conmigo!

—¡No, Ezio, baila conmigo!


Su nombre parecía ser el tema más importante porque lo escuchó en todo momento. Diablos, ni siquiera había avanzado tres o cuatro pasos antes de que estuviera prácticamente rodeado por una horda de mujeres. —Ah... uhm... yo... — Parecía perdido por qué hacer o decir. Después de todo, no podía decirles justamente que había traído a Altaïr al baile con él. Que era un chico su cita, y no una chica.


Incluso en ese instante, pudo ver a muchos hombres solteros en la esquina, mirando con atención, y observando la escena.

De acuerdo con lo que él podía ver, las solteras, e incluso las que estaban en una relación amorosa con otro chico ya, se habían sentado emocionadas, o estaban de pie junto a la puerta, esperando ansiosamente a que él cruzara y así ver a la linda novia de Ezio, o sino, simplemente para acunarlo con peticiones de baile.


Suspiró, mirando hacia arriba y hacia la pista de baile, imaginándose con Altaïr en lugar de donde estaba ahora. Ezio notó a sus dos amigos dando con la pista de baile, y casi sonrió.

Desmond y Ugo habían estado juntos mucho últimamente, y era extraño verlos separados, si es que alguna vez lo estaban. Aparentemente, Ugo finalmente se había olvidado de su pequeño enamoramiento hacia Ezio, y había comenzado con alguien que realmente le gustaba. De hecho, formaban una linda pareja y las chicas que habían estado detrás de Ugo simplemente se encogieron de hombros y los "apoyaron" juntas.

Debe ser agradable no tener que andar en secreto... pensó Ezio mientras los veía bailar.


—¡Ezio!— Una niña comenzó a tirar de su brazo, otra lo atrapó en un fuerte abrazo. —Olvídate de estas chicas, ¿eh? Ven y baila conmigo.


—Miren... ya estoy en una cita... — Murmuró, porque en cuestión de segundos los demás lo menospreciaron, como si no hubiera hablado en absoluto. —Altaïr... — Ezio miró por sobre su hombro, casi suplicando a su novio.

El Mendigo y el Príncipe (Ezio x Altaïr) [Traducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora