Seamos felices, locos ya estamos

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-No, Gaia. No puedes poner eso en un currículum-

Le habían dado el alta, hacía ya dos días. Ahora, se encontraba en su casa con su hermana, sentadas frente a una máquina de escribir realizando un currículum.

-Si, puedo. Yo cuido de mamíferos grandes. Levi es uno, por ejemplo-

-Eso no es una profesión-

-Eso nadie lo sabe- justificó su respuesta - Tú ponlo, luego lo explicaré-

Hizo señas con las manos, sin darle importancia al asunto. Escribió lo que le dijo, negando con la cabeza.

-Hemos mentido como doce veces en este currículum. Te juro que me da vergüenza seguir haciéndolo-

- Tú eres muy moral en cuestiones laborales- la consoló, palmeándo su cabeza como si fuera una ingenua -Nada se consigue en este mundo diciendo la verdad- su hermana la miró, consternada.

-¡Suficiente!- exclamó -Te leeré la lista de mentiras que me hiciste escribir- sacó de un tirón la hoja dentro de la máquina y acomodó su voz para comenzar -Gaia Curtís... Edad: 27 años... Títulos: Alquimista Hiladora de Vidas y Profesora de Ciencias-

-No hay ni un ápice de mentira en esas tres líneas que acabas de leer- mencionó orgullosa.

-¡Callate! ¡Aún no he terminado!- sentenció -Experiencia laboral: cantante lírica con 17 años de experiencia ¡En tu vida has ido a una ópera, Gaia!- indicó indignada y su hermana levantó sus hombros indiferente -Especialista en procesos de combustión controlada. Lo dudo- la miró molesta -¿Corredora olímpica? ¡Será porque siempre llegas tarde a todos lados! ¡No hay otra justificación para algo tan absurdo como esto!- su hermana hacía gestos para no reír -Niñera a medio tiempo. Si, claro. Me olvidaba que Ivi, casi aprende a cambiarse los pañales sola y por último y no menos importante, cuidadora de mamíferos grandes-

Terminó de leer el pseudocurriculum de su hermana, irónicamente y mirándola avergonzada por su desfachatez.

-Es un gran currículum-

Mencionó orgullosa con el pecho hinchado.

-¡Esto!- sacudió la hoja enojada delante de ella -¡Es una burla al mundo!- la arrugó entre sus manos y la arrojó lejos.

-¡Mi currículum!- gritó horrorizada -¿Por qué hiciste eso?- levantó la hoja arrugada de papel del suelo e intentó alisarla con sus manos -¡Eres muy mala!- expresó, como si tuviera cinco años.

-¡Yo ya acabé aquí! ¡No voy a ser parte de esto!- se levantó de la silla y le arrebató el papel entre sus manos -¡Dáme eso!-

Se lo quitó de un tirón y lo hizo pedazos.

-¡Suficiente! ¡Me voy de aquí!- se dirigió hacia la puerta -¡No vine a este lugar, para ser maltratada e insultada por personas tan malas como tú!- exclamó, ofendida.

-¡Lárgate!- señaló hacía la puerta -¡No voy a ser complice de un complot social!-

-¡Bien!- abrió la puerta.

-¡Bien!- volteó dándole la espalda -¡Adiós!-

-¡Adiós!- se fue de allí de un portazo. Ella contó hasta tres con los dedos y un golpe se sintió en la puerta -Dea...- ingresó la cabeza de su hermana a la casa -¿Vamos al parque con las niñas?-

Preguntó como si nada hubiera pasado hace unos minutos.

-Bueno... Vamos- respondió igual.

Sus hijas jugaban en el parque, mientras ellas las miraban. Era un día hermoso y se merecían un momento a meno entre ellas.

El Regreso de la Magia y la AlquimiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora