THE ROYAL BABY

capítulo 4 - liar

Podía sentir como alguien movía mi brazo suavemente para despertarme y cuando abrí mis ojos completamente veo a mis docellas ahí y me doy cuenta que estoy en el suelo. No recuerdo haberme quedado dormida pero estaba tan cansada y triste que no me importaba.
Me levanto del suelo con lentitud y camino a la ducha mientras mis doncellas me sueltan las horquillas que quedaban y la cremallera del vestido.

Cuando termino de quitar mi vestido y el resto de mi ropa, les pido a las doncellas que me dejen sola y es entonces que entro al espacio rodeando de vapor. Al entrar a la ducha y dejarme envolver por el agua trato de despejar mi mente y relajar mis músculos pero no lo consigo, así que me lavo y salgo envolviendo me con una toalla y al salir del cuarto de baño empiezo a sentir dolor en el vientre.

Mi terror más grande era que por esa estupidez estuviera perdiendo a mi bebé y cada vez esa idea se hacía más real pues el dolor era insoportable.

Ana corrió a mí para levantarme y Victoria corrió hacia la puerta para llamar ayuda. Cuando un guardia llegó, me levantó en brazos y me llevó rápidamente a enfermería con mis doncellas detrás.

Un doctor corrió hacia mí y empezó a revisarme hasta que determinaron que fue casi un aborto y que mi bebé estaba bien de milagro. Empezó a ponerme medicamentos para recuperarme y Victoria corrió a buscarme ropa mientras Ana me traía comida.

...

Eran las 10 de la mañana y ya me habían trasladado a mí habitación cuando llegó Cris luciendo preocupado.

Desvíe la atención de mi libro para ver hacia la puerta, pero al ver que era él, seguí con mi lectura tratando de ignorarlo.

El doctor me dijo que fue casi un aborto. ¿Estás bien? -dijo sentandose a mí lado-

El doctor dijo que aleje todo aquello que me molesta y me estorba hasta recuperarme y tú estás dentro de todo eso que me estorba así que vete a la mierda. -digo sin desviar la mirada de mi libro.

Lo siento mucho, por todo, por lo de anoche, por no haber estado hoy...

No te creas tan importante, no te necesito, vete ya. -digo pasando una página-

Cris asiente levemente, con una mirada lastimera, se levanta de la cama y con pasos suaves se va de la habitación a lo que yo suelto el aire que estaba conteniendo y una lágrima rebelde de mi pobre corazón roto.

...

Mis ojos se sentían pesados y mi cuerpo se sentía igual que una roca, solté un suspiro leve y me estiro justo cuando entra la reina con pasos suaves y ligeros, luciendo muy elegante.

Buenos días Briana -dice sonriéndome levemente y con aura de paz-

Me incorporo lentamente y con mucho cuidado y le sonrió.

Buenos días su majestad -asiento en forma de saludo y le vuelvo a sonreír amablemente.

Escuché lo de tu embarazo - empieza a acercarse hasta que se sienta a mi lado y toma mi mano-

Asiento y bajo la mirada- si -susurro colocando la mano libre en mi vientre de manera protectora.

Eso me pasó con el embarazo de Kyler, no te preocupes que tu bebé estará bien.  Aquí tenemos unos doctores maravillosos que se encargarán de cuidarte. -me dice acariciando mi mano. - escuché que fue por una pelea que tuviste con mi hijo.

Asiento y muerdo mi labio nerviosa pues obviamente ella estaba de el lado de su hijo.

Si, fue por una pelea que tuvimos anoche. -suspiro y hago una mueca.

Lamento el comportamiento de Madeline, pero ella no sabía nada hasta ayer y ni siquiera fue de la boca de Cris que lo escuchó. -dice tratando de justificar la.

Pero ella me golpeó, ella llegó a agredirme y al parecer todos tratan de justificar la. -niego molesta y safando mi mano de la suya.

No te enfades conmigo linda, solo trato de mantener la paz en mi hogar -dice sonriéndome con tranquilidad.

Lo entiendo, pero no me siento cómoda, siendo golpeada y siendo tratada como una cualquiera. Y en serio que no -niego viéndola- su hijo fue el primero en mi vida -susurro- el primero que he amado, el primero con el que he sido yo. -digo levemente viendo sus ojos.

Lo entiendo linda y en serio preferiría que mi hijo este con la madre de su bebé pero el rey no desea romper el convenio con Alemania -dice tristemente- a veces el rey es un testarudo -suspiro levemente.

No se preocupe que de todas maneras su hijo no me ama, al parecer solo fuí un juego para el -bajo la mirada sintiéndome triste nuevamente.

Estoy segura que no, querida. -acaricia mi mano y asiento- pronto será el almuerzo, pediré que te lo traigan hasta acá, pues no puedes estarte moviendo ¿Vale?

Vale. -asiento y la reina se levanta, deja un beso en mi frente y sale de la habitación, dejándome confundida y triste nuevamente