[Por Selene]
Comencé a ver algo extraño a Dean en los últimos días pero no le presté atención, la noche anterior habíamos tenido una noche llena de pasión que parecía era la primera vez que teníamos sexo, de pronto pregunté
—Amor, ¿podemos tener un perro? Podemos criarlo desde cachorro— él me miró seriamente para luego acariciar mi rostro
—Amor, no me gustan los perros— respondió, suspiré y me acerqué a él para robarle un beso
—Pero yo me haré cargo de él, tu no tendrás que hacer nada— dije como su fuera una niña pequeña pidiéndole permiso a mi padre para tener una mascota, el saboreó sus labios un momento para luego envolverme con sus brazos
—Puedo ser alérgicos a ellos— habló en mi oído para luego besar mi cuello
—Esta bien— dije cerrando los ojos, acto seguido sus manos comenzaron a recorrer parte de mi espalda
—¡Diablos! Eres hermosa— comenzó a besar mi hombro y luego pasó a mi boca, no dejándome responderle aquel halago.
Una vez más en menos de dos minutos ya me encontraba debajo del cuerpo de Dean sintiendo cada centímetro de su piel contra la mía, el calor que transmitía me encendía y lo sabía... por eso me provocaba de esa manera; sus labios no se despegaban de los míos y dejé paso a su lengua mientras una de mis piernas rodeaba su cintura como consecuencia del acto que llevábamos a cabo, por momentos no tenía aire y debía separarme de él para poder respirar entonces era en esos momentos donde los gemidos escapaban de mi garganta; no había tenido muchas experiencias en mi vida pero Dean era la mejor de todas pero no por lo sexual solamente, sino porque él tenia mi corazón y eso lo volvía más especial
—¿Así será nuestra vida de casados?— pregunté de repente jugando con anillo en mi dedo
—¿A qué te refieres con eso?— habló volteando a verme
—Ya sabes, noches de sexo y pasión desenfrenadas— respondí sin mirarlo—Nada cambiará— habló el hombre a mi lado, me giré para apoyar mi cabeza sobre uno de mis brazos y decirle
—¿Lo prometes?— a veces el casarse tan pronto arruinaba la relación y lo cierto era que no quería que eso nos suceda, deseaba que nuestra relación fuera duradera
—Te lo prometo— me habló el castaño y se acercó a besarme nuevamente pero antes de que sus labios se estamparan contra los míos el celular comenzó a sonar, él se alejó y tornó los ojos
—Lo siento— dije y tomé aquel aparato, la pantalla mostraba el contacto de Dan y al atender lo oí agradeciéndome por lo que había hecho por él... creo que no es algo normal que alguien te llame en la noche diciendo todo aquello, parecía que algo malo sucedería entonces le pedí su dirección; el rubio desde el otro lado de la línea se oía que arrastraba las palabras y por último terminó balbuceando algo que pareció ser su dirección. Me levanté de inmediato de la cama y me vestí—Dime que no irás a ver a ese Dan— reprochó Dean tapándose con las sábanas y acomodándose mejor en la cama
—¿Por qué no?—pregunté colocándome la remera
—Selene, tiene esposa. Ella puede hacerse cargo de él... no es necesario que salgas corriendo detrás de él cada vez que llama— habló mi novio
—No es mi obligación, lo sé... pero no es normal esa llamada— dije tratando de que comprenda
—¿Por qué debes ir? o ¿qué? ¿Es tu amante?— cuestionó enojado, suspiré... no podía creer que estuviera diciéndome aquello ¿Dan, mi amante?
—Dios Dean, no sabes lo que dices— respondí recogiéndome el cabello, el castaño se puso de pie y se acerco a mi tomándome del brazo
—Si no es tu amante ¿entonces qué? ¿juegan a los bolos?— habló queriendo una explicación
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Believer
RomanceSu vida parecía estar resuelta. Joven, apuesto, con una hermosa familia pero no todo lo que brilla es oro en esta vida. Su depresión lo llevó por diferentes caminos hasta que encontró a alguien que lo puso en el camino correcto, su vida cambió drást...