Su vida parecía estar resuelta. Joven, apuesto, con una hermosa familia pero no todo lo que brilla es oro en esta vida. Su depresión lo llevó por diferentes caminos hasta que encontró a alguien que lo puso en el camino correcto, su vida cambió drást...
Estuvimos hablando más tiempo, pasando un buen rato de charla entre nosotros pero en un momento el rubio me preguntó
—¿Te quedarías conmigo unos días?— me observó atentamente mientras yo pensaba que decir,
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no era algo normal pedirle eso a quién te salvó la vida ¿o sí?
—Yo... amm Dan, lo lamento pero no puedo. Tengo una vida ya armada, tengo un novio y no quiero que volvamos a pelear por pasar más tiempo conmigo. Te agradezco el que pienses en mi, pero en verdad no— hablé siendo sincera, a su lado obtendría una gran paz pero primero debía arreglar la situación con Dean
—Entiendo Selene— respondió él con una falsa sonrisa.. mi respuesta no fue lo que esperaba y eso en parte me hacía sentir triste
—Seguiré visitándote como lo hago ahora— dije emocionada pero él solo asintió.
Lo había arruinado con lo que dije, me maldecía por eso pero también me alegraba tener a Dean porque quizás él ya hubiera engañado a su esposa... quizás no, pero comenzaba a creer que detrás de su atención hacia mi había algo más
—Dean es un hombre afortunado— habló sacándome de mis pensamientos
—¿Por qué?— cuestioné sin comprender, él rió y comenzó a hablar mientras enumeraba con sus dedos al contar
—Primero, eres hermosa. Segundo, tienes un gran corazón, no te importa ayudar al otro aunque sea un desconocido y tercero, me demostraste que no todos se acercan a mí por interés. Gracias nuevamente— lo observé atónita más que atenta, luego me pidió que me acercara para abrazarme pero al momento de estar cerca suyo me tomó de la mano y tiró de mi para que quede a escasos centímetros de su rostro, pestañeé unos segundos aún me sentía tranquila y no quería que me suelte... de pronto sus labios estaban contra los míos, no lo pensé y lo correspondí, a los segundos cuando me percaté de eso me separé de inmediato
—¿Qué haces?— pregunté preocupada
—Selene, me gustas— respondió él para terminar sonriendo... luego de aquel beso y aquellas palabras me sentí confundida, no esperaba para nada que me dijera eso y en parte me alegraba sin saber porqué mientas que la otra parte pensaba en Dean y en que aquello estaba muy mal, que no debía hacerlo
—Yo... Dan...— dije evidentemente nerviosa pero cuando estaba por continuar hablando se oyó la voz de una pequeña niña
—¡Papá!— se la oía muy emocionada, rápidamente se subió a la cama para recostarse sobre él mientras éste le daba un beso en la mejilla; me hice a un lado para observar a Aja que desde la puerta observaba la escena
—Selene, hola. Has venido a ver a Dan ¿no?— habló acercándose a mi muy amistosamente
—Hola, si, si... sentía que debía venir a ver como se encontraba. Me alegra saber que no tiene secuelas de lo que hizo— contesté deseando largarme de allí, de pronto observé que la pequeña me miraba y hablaba en susurros con su padre pero volví a conectarme a mi realidad cuando Aja me tomó la mano y habló
