Su vida parecía estar resuelta. Joven, apuesto, con una hermosa familia pero no todo lo que brilla es oro en esta vida. Su depresión lo llevó por diferentes caminos hasta que encontró a alguien que lo puso en el camino correcto, su vida cambió drást...
Pasaron dos semanas desde que Dean se marchó y desde que le dieron el alta del hospital a Dan, luego de que me acompañara al cementerio no volví a ver al rubio. Ciertamente, el día que estuvimos frente a la tumba de mi amigo sentí que alguien nos observara; pero quizás solo era mi imaginación. Al no saber de él, le di su espacio ya que estaba transitando un divorcio, además yo también necesitaba mi espacio para ir superando de a poco a Winchester, me preparé un café y me senté en el sofá, bebí un sorbo de café para dejar la taza sobre la mesita que estaba justo al lado luego tapé mi rostro con un sola mano y me dije
—Vamos, debes superarlo. no puede ser que que siga llorando por él... se marchó, me dejó. Hasta él mismo dijo que la familia estaba por sobre cualquiera cosa— suspiré y volví a beber del líquido caliente para calentar un poco cuerpo, pronto acabaría el otoño dejando paso al invierno y seguramente deba trabajar doble turno ya que es la época donde más se trabaja.
Suspiré tapando mi rostro con ambas manos nuevamente y por un momento desee que todo vuelva a la normalidad pero como sabía, eso no pasaría... entonces suena el timbre; pesadamente y deseando que no sea una visita me acerqué a la puerta, al abrirla me encontré con Dan y su sonrisa perfecta
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—Buenos días— habló al verme, mi rostro no decía "buenos" días.... más bien decía "vida horrible"
—Hola— dije por fin haciéndome a un lado para que ingrese a mi casa
—¿Estas libre hoy?— preguntó demasiado animado
—Sí, tengo el fin de semana libre— responder sin comprender a donde quería llegar
—Es momento de que conozcas a mis amigos— habló el rubio, sinceramente no estaba comprendiendo a qué venia todo eso entonces le dije
—¡Dan!... Dan... es genial que estés aquí invitándome a salir, pero no estoy bien y tu te estas divorciando. Creo que deberías aprovechar este tiempo con tu hija— lo observé atentamente y él cruzándose de brazos me respondió
—Estas últimas dos semanas, Arrow se quedó conmigo. Anoche Aja pasó por ella y pasarán el fin de semana juntas. El tema de mi divorcio se encargaran los abogados, y como no estas bien... mi deber como amigo es ayudarte a estar bien; así que te aconsejo que te quites el pijama y salgas conmigo— terminó por tomarme un mechón de pelo para colocarlo detrás de mi oreja mientras sonreía, suspiré porque no quería salir de casa. No tenía ganas de enfrentarme al mundo real, quería quedarme en casa y meterme en la cama
—¿Puede ser otro día? —cuestioné viéndolo— en verdad no tengo ganas— agregué al final
—¿Acaso me estas obligando a arrastrarte hasta tu cuarto y obligarte a que te cambies esa ropa?— dijo con una ceja arqueada
—Qué violento— dije volteándome para caminar hacia mi cuarto
—Preferiría que te apresures— levantó un poco la voz para que lo oyera.
