Por momentos me sentía algo incómoda en el almuerzo que Wayne había organizado; su esposa, Alex, alardeaba de ser bailarina cuando yo apenas trabajaba en una cafetería. Pero creo que lo peor fue cuando estuve jugando con los niños, el hombre de cabello largo se acercó a mi para hablarme
—Selene dime, ¿en verdad amas a Dan?— lo observé algo confundida, ya que no estaba comprendiendo absolutamente nada
—¿Qué?— dije cuando pude, luego de dejar los pequeños juguetes en el suelo
—¿Cuanto dinero quieres?— preguntó de pronto muy serio mirándome, me crucé de brazos para verlo atentamente y una vez más cuestioné
—¿Qué?— él me observó como si creyera que le estaba jugando una broma
—¿Cuanto dinero quieres para dejar en paz a Dan? Todos tienen un precio— habló Wayne aún con su vista clavada en mi
—No me interesa tener a Dan porque tiene dinero, en verdad estoy enamorada de él. Lo siento Wayne, pero me estas faltando el respeto— hablé de pronto y me alejé de él. Entendía que yo no le agradara... era la nueva novia de Dan y tanto él como su esposa eran amigos de Aja, así que tomé con calma toda la situación desde esa charla antes de la cena hasta los constantes comentarios de Alexandra en la mesa; además por momentos Dan se me quedaba viendo y eso me hacía sentir algo nerviosa hasta que en medio de la charla mi celular comenzó a sonar
—Lo siento— me disculpé y saqué el celular del bolsillo de mi pantalón para ver que en la pantalla estaba el nombre de mi hermano, me puse de pie para alejarme y atender el llamado
—Al fin respondes, ¿tan ocupada estabas chupándoselo?— habló siendo un completo ordinario, suspiré tratando de no insultarlo pero era más fuerte que yo
—¿Qué quieres, imbécil?— dije molesta
—¿Dónde estas?— cuestionó el castaño desde el otro lado de la línea
—¿Te importa? Por si no te has dado cuenta soy bastante grande como para que me controles de esa manera, déjame en paz William— hablé y terminé con la llamada; entonces regresé a la mesa justo cuando hablaban de la cena del fin de semana
—¿Irás Selene?— cuestionó Wayne viéndome, como si tuviéramos la mejor relación del mundo
—No lo sé aún— respondí un poco triste
—Vamos di que sí, será una gran noche— habló mi novio animándome
—No lo sé, han venido mis hermanos de visita— dije mintiendo, demostrando que "nos llevábamos bien"
—Es una cena a beneficio —comentó Alex— deberías venir— agregó al final, lo pensé un poco y terminé aceptando ir a la cena de beneficencia.
Los dos días restantes pasaron demasiado rápido, uno de esos días pasé por una tienda donde compraba mi ropa y me encontré con un hermoso vestido verde, ese sería el elegido para el día de la cena; no le presté atención a la presencia de mis hermanos porque no necesitaba su negatividad en estos momentos; pero imaginaba que algo iban a comentar, comencé a ponerme nerviosa desde la mañana cuando me levanté a ducharme antes de irme al trabajo y escuché los reclamos de mi hermana
—¿Tu no trabajas? o ¿Tu querido novio es quien te da dinero por acostarte con él?— o mejor dicho sus comentarios horribles, me volteé para verla unos momentos y algo indignada hablé
—Dime que esto es una broma, por favor— lo hice sin quitarle los ojos de encima, ella comenzó a reírse
—Te tomas días libres cuando quieres o... ¿te estas acostando con tu jefe? eso tendría mucho sentido— dijo con una sonrisa maligna, por un momento quise golpearla pero me contuve entonces suspiré para luego responderle
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Believer
RomansaSu vida parecía estar resuelta. Joven, apuesto, con una hermosa familia pero no todo lo que brilla es oro en esta vida. Su depresión lo llevó por diferentes caminos hasta que encontró a alguien que lo puso en el camino correcto, su vida cambió drást...