Durante tres días estuve encerrada en mi cuarto, solo salía para ir al trabajo y darme una ducha; si Dan me llamaba no le respondía. Lo único que hacía era llorar por como me sentía gracias a Aja y sus comentarios.
Al cuarto día salí de mi habitación para servirme un vaso con agua, no había visto a mis hermanos y en verdad esperaba que ya no se quedaran en mi casa, extrañaba mi privacidad pero sobre todo... extrañaba mi soledad
y cuando me senté a disfrutar esos momentos que ahora robaba... a alguien se le ocurrió golpear la puerta de mi casa
—¿Quién es?— pregunté antes de abrir pero nadie me respondió; al abrir las puerta me encontré con un Dan sonriente mientras mi rostro se volvía rojo ya que lo había estado ignorando
—¿Entonces debo venir hasta aquí para verte? No me contestas las llamadas ¿por qué? ¿qué sucedió?— habló mientras se acercaba pero yo me alejaba
—Nada, solo estaba muy exhausta— mentí y lo dejé pasar al interior de la casa, él ingresó y momentos después tomó asiento en el sofá
—Selene ¿qué sucede?— preguntó seriamente mientras me veía, me ubiqué a su lado un poco más alejada
—Nada— mentí una vez más
—Amor, ¿qué es lo que te pasa? ¿Por qué estas tan distante?— cuestionó el joven de cabello dorado queriendo saber la verdad, no quería comentarlo pero ya no pude fingir mas
—Dan, esto es muy difícil para mi. Nuestra relación es muy difícil, siento que no puedo aguantar esto, Aja me odia, Alex me hace la vida imposible y Wayne... lo único que quiero es agradarle, solo quiero encajar en tu vida— hablé liberando lo que me hacía sentir mal,
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Believer
RomansaSu vida parecía estar resuelta. Joven, apuesto, con una hermosa familia pero no todo lo que brilla es oro en esta vida. Su depresión lo llevó por diferentes caminos hasta que encontró a alguien que lo puso en el camino correcto, su vida cambió drást...