Welcome To My Life (Ross Lynch Y Tú) • Finalizada.

Capitulo 57: ¡Basta de preguntas!

•Mark y Stormie en multimedia, chicas. Ross es la réplica exacta de Mark❣️

Narra Ross:

Ross: ____, podemos dejarlo para otro día si te encuentras mal, de verdad -rogué.

Ella volvió a negar con la cabeza mientras que bajábamos por las escaleras.

Era bastante terca.

Yo rodé los ojos sin que ella me viera y salimos de la casa, no sin antes darle una pastilla a ___ para que esos vómitos no empezaran de nuevo.

Luego entramos en mi coche y cerramos las puertas para después abrocharnos el cinturón.

Ross: ¿Segura? -pregunté por millonésima vez.

Ella suspiró.

____: Sí, amor. Estoy bien. Me encuentro perfecta -dijo tomándome las manos y mirándome a los ojos.

Ross: Ok, pero avísame si te encuentras mal.

Ella asintió con la cabeza con una sonrisa en su rostro y le di un corto beso.

Cuando nos separamos, arranqué el auto y este empezó a moverse.

Después de 30 minutos de risas y canciones, llegamos al lugar dónde iba a ser la cita.

Cuando estacioné, nos bajamos del auto.

____: ¿Acaso quieres que nos perdamos ahí? -bromeó señalando el bosque.

Yo solté una gran carcajada.

Ross: ¡Qué graciosa eres! -dije algo sarcástico.

Esta vez, ella fue la que rió.

Y cuando menos se lo esperaba, le tapé los ojos con mis manos.

Narra ____:

____: ¡Hey! ¿Qué haces? -pregunté aún riendo.

Ross: Déjame guiarte...

Ya no hablé más y dejé que Ross me llevara a aquel sitio dónde se suponía que iba a ser la cita.

Todo estaba en silencio.

Sólo se escuchaba como se rompían algunas ramas y hojas cuando las pisábamos.

Después de alrededor 2 minutos, paramos.

Y ahí fue cuando Ross apartó sus manos de mis ojos.

Entonces, pude ver una mesa de picnic con un mantel rojo, y encima, un par de velas y un ramo de rosas dándole un toque romántico.

También había una caja y un cuenco con fresas cubiertas de chocolate.

Además, había algunos faroles que colgaban de las ramas de los árboles iluminando un poco más.

Yo miré a Ross asombrada.

____: Ross... ¡Esto es alucinante! ¡Gracias, cielo! -dije alegre.

Seguidamente lo abracé.

Ross: Todo por ti -susurró en mi oído mientras que nos abrazábamos.

Rápidamente me sonrojé.

Y al parecer, Ross lo notó porque rió.

Ross: Ven, vamos a cenar -dijo separándose.

Yo asentí con la cabeza.

Él me tomó de la mano e hizo que me sentara en unas de las bancas de la mesa de picnic.

Ross se sentó en la del frente.

Ross: ¡Qué aproveches! -habló mientras que abría la caja que estaba encima de la mesa.