XXXVII: Cambios

26 3 0
                                    

La vida está llena de cambios, desde cambiar pequeñas cosas sobre ti mismo hasta grandes rasgos.

Hay cambios para mal que a algunos los haces sentir bien, y hay cambios para bien que te hacen sentir mal también.

A medida que vamos creciendo, nuestra estabilidad emocional va decreciendo, una nueva mentalidad se nos va abriendo, pequeños y hasta grandes cambios en nosotros mismos vamos sintiendo, las cosas se van moviendo, y así como amistades se obtienen se van deshaciendo, y todo esto no porque hayamos cambiado, sólo estamos madurando y creciendo.

Como una flor vamos floreciendo.

Los años van pasando, y sencillamente nos vamos moldeándo, los miedos infantiles van en decadencia, y las inseguridades llegan a nosotros casi con urgencia, emergencia cada pequeña cosa suele parecer, parece que se suman los problemas, haciendo de la ansiedad uno más de los adolescentes dilemas.

Después llegan esas personas que rompen nuestros esquemas, intentando arreglar nuestros problemas, aunque dilemas también les sobran, aún así obran por la felicidad de alguien más, y las infelicidad se resta o queda como un demás.

Conocemos personas que con sus ideas nos moldean, nos tutean, nos aconsejan, y por decisión propia nos cambian, pero lo más importante es que nos dan de su amor y cariño que tanto necesitamos y  nos calman.

Para cuando nos damos cuenta, en lo que antes creíamos ya no cuenta, miras hacia atrás y sientes que estabas perdido, miras tu presente en un espejo y te dices 'Lo haz conseguido', hay tantas diferencias, y es donde a ti mismo te encuentras, muestras tantos cambios, cambiaste y te sorprendes al darte cuenta que ya no eres un desastre, y sonríes, pues te superaste.

La vida nos cambia, el destino, la adolescencia, la familia, y las personas más cercanas a nosotros nos moldean, nos ayudan a cambiar, para bien o para mal.

Hay muchos cambios a lo largo de nuestra existencia, cambios laborales, escolares, culturales, morales, mentales, y emocionales, y hasta se cambia tu propio punto de vista, pero, el cambio más grande, está en ti mismo.

Y eso... no se ve a simple vista.

Palabras al VientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora